OÑATI y un OÑATIARRA. "Hacer mucho ruido,no hace bien y, hacer mucho bien no hace ruido".
jueves, 24 de diciembre de 2009
San Viator.24 Diciembre.
Existe una comunidad de religiosos educadores que tienen como santo protector a San Viator, quienes dan este mismo nombre a sus colegios. Cuando era niño su madre lo presentó al obispo San Justo y le pidió que lo instruyera en la religión. Pronto fue un excelente catequista, y aprendió muy bien el arte de escribir en bellas letras llegando a hacer copias de la S. Biblia y de otros libros religiosos para uso del templo.
El obispo San Justo deseaba dedicarse por completo a la vida de oración, penitencia y dejando la bella ciudad de Lyon, partió hacia el desierto. El obispo se fue sin avisar a nadie, sin embargo Viator, su secretario, se dio cuenta y lo alcanzó por el camino. Obtuvo que lo dejara irse con él. Para ver si eran capaces de resistir la vida tan dura de los religiosos del desierto, fueron sometidos a duras pruebas antes de ser admitidos. El obispo Justo tejía canastos y el joven Viator se dedicaba a copiar con su hermosa letra los Libros Sagrados. Después de mucho tiempo, llegó una comisión de Lyon a llevarse a la ciudad a los santos monjes, pero San Justo y San Viator les hablaron tan hermosamente de lo provechosa que es la vida de oración y meditación de un monasterio, que los que habían llegado a llevárselos para la ciudad se quedaron y se hicieron monjes. En diciembre del año 390 el anciano San Justo se sintió morir y al ver que su fiel discípulo lloraba tan amargamente le dijo: "Los dos hemos luchado juntos en esta vida por agradar al Señor Dios, los dos iremos también en compañía a su reino celestial". A los siete días murió también el joven Viator, fiel compañero de su obispo.
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