martes, 2 de julio de 2013

Aitor Orueta.

Aitor orueta entrenador de fútbol que en la próxima temporada dirigirá al cadete txiki del alavés


"La oportunidad de recalar en el Alavés me la han dado a mí, pero conmigo me llevo al Aloña"

El oñatiarra Aitor Orueta es un auténtico apasionado del fútbol. Tras dos décadas ligado al Aloña en la próxima temporada dirigirá al cadete txiki del Alavés, haciendo valer su experiencia en el fútbol base. En estas líneas habla de la ilusión con la que afronta este nuevo reto



anabel dominguez - Martes, 2 de Julio de 2013 - Actualizado a las 06:23h




oñati. Hace unas semanas que recibió la oferta que le permitirá dar el salto a un club profesional. ¿Cómo le llegó la propuesta?




Estoy cursando en Vitoria el último curso del título de entrenador nacional y en clase tengo como compañeros al coordinador de fútbol base del Alavés de este año y al que va a serlo en la próxima temporada. He entablado amistad con ellos. El tercer nivel del curso, además, es más práctico; cada uno debemos exponer nuestra forma de ver el fútbol, de motivar... Hay gente que habla más y otros menos, y yo estoy entre los primeros (sonríe). He tratado de explicar mis cuatro años como coordinador en el Aloña, cómo estructuré el club, a dónde hemos llegado... Al Alavés le hacía falta un entrenador en cadete txiki y me lo han propuesto.



¿Le ha costado tomar la decisión?



No, un segundo. Llevo 20 años entregado al fútbol y al Aloña. Este deporte es mi pasión, he dejado muchas cosas de hacer para dedicarme a él. Así que no podía dejar escapar el tren. Es una oportunidad de incorporarme a un club con una estructura profesional que no podía rechazar. Voy a estar rodeado de gente que tiene la misma o más pasión que yo por el fútbol. Es la situación perfecta para seguir creciendo y aprendiendo.



Hablemos de su trayectoria en casa. En los últimos cuatro años ha sido coordinador general del fútbol base oñatiarra, pero lleva dos décadas en 'staff' técnico del club.



Así es. En este último año, además, he compaginado la labor de coordinador con la de entrenador del infantil txiki. Anteriormente, antes de irme durante un año a trabajar a Eslovaquia, estuve diez años como entrenador, los siete primeros en infantiles y cadetes, y los tres últimos en el primer equipo.



¿Y cómo jugador?



Tendría unos doce años y no llegue a terminar la temporada. No me acuerdo muy bien cuáles fueron las razones pero posiblemente fue porque no jugaba mucho (se ríe). Por aquella experiencia que tuve y lo que pude apreciar en el fútbol base, que los chavales lo dejaban porque se prioriza más ganar que participar, hace cuatro años cuando la directiva del Aloña me planteó ser coordinador, les incidí en que el fútbol base tiene que ser formación integral, futbolística y de personas. Tienen que jugar todos, dejando de lado los resultados, con el objetivo de que los jugadores poco a poco vayan subiendo de categoría y el primer equipo sea 100% de casa. Y así ha sido esta temporada. La directiva estuvo de acuerdo en todo momento con este planteamiento.



¿En qué situación deja al Aloña?



Con una muy buena salud. No es debido solo a mi trabajo sino al del grupo de personas que he tenido a mi alrededor: entrenadores, ayudantes, delegados y directiva. Todos hemos caminado en la misma dirección. Hay una palabra clave que es la confianza y ésta se demuestra en los malos momentos. Yo he sido entrenador del primer equipo y coordinador. El Aloña ha atravesado muy malos momentos, pero la directiva ha tenido esa confianza en mí y yo siendo coordinador se la he transmitido a los entrenadores.



¿Qué le ha dado el club rojillo?



He conocido a mucha gente. Tengo que agradecer a la directiva el sentirme valorado y apoyado, y aunque la oportunidad de recalar en el Alavés la tengo yo, el Aloña se viene conmigo. En definitiva, se han fijado en mí porque he estado trabajando en el Aloña.



Se irá con un poco de pena...



Tengo emociones encontradas. Estoy muy contento pero también me voy con pena. De todas formas, dejo al Aloña en un buen momento, tiene una dirección clara, un para qué hacer las cosas y me siento participe de ello junto con la directiva y el equipo. Pero seguiré apoyándoles a tope; no puede ser de otro modo.



Si tuviera que destacar un momento que ha vivido en estos años, ¿con cuál se quedaría?



Como coordinador el mejor momento ha sido ahora, cuando he dicho que me voy. El mensaje que he recibido es que me lo merezco. Eso significa que la gente ha visto el esfuerzo que he hecho y mi dedicación al Aloña.



¿Qué le diría a su sustituto?



Que sea fiel a su idea y que tome decisiones coherentes con ella, que se sentirá apoyado.



Volvamos al Alavés. ¿Ha tenido contacto con sus nuevos pupilos?



Hace dos fines de semana estuve en Logroño viéndoles jugar -tienen entre 14 y 15 años- en el último torneo antes del parón estival. No pude sacar muchas conclusiones pero, por lo menos, no voy a llegar de cero.



En cualquier caso, ya tiene experiencia como entrenador de chavales.



Sí. A estas edades hay que saber entenderles, tener empatía con ellos, dejarles espacio para que demuestren lo que pueden hacer y hablen de sus sentimientos y emociones. También hay que reforzarles mucho lo que hacen bien en el terreno de juego. El objetivo es que cada uno tenga confianza en uno mismo para que saquen adelante todo su talento.



¿Cómo afronta el reto?



Con muchísimas ganas. Tengo curiosidad de ver como se trabaja en un club con estructura profesional. Estoy expectante porque los jugadores tendrán la intención de seguir adelante en el fútbol. Por otra parte, quiero seguir aprendiendo y creciendo. En lo que depende de mí, lo voy a dar todo. Esfuerzo, dedicación y compromiso.



Antes ha comentado que por el fútbol ha dejado muchas cosas. Pero, a su vez, le habrá dado otras muchas.



Por supuesto. Me ha servido para conocerme mucho a mí mismo. He vivido muchas emociones positivas y negativas y he aprendido a saber actuar ante ellas. Como persona me ha hecho crecer.



¿Cómo despediría esta entrevista?



En los 20 años que he estado en el Aloña la directiva ha sido la misma y tengo que destacar que me han ido dando oportunidades hasta cumplir mi ilusión de ser entrenador del primer equipo. Me fui a trabajar fuera y cuando vine me estaban esperando con los brazos abiertos. Les estoy enormemente agradecido. Hace cuatro años falleció José Luis Agirre, que era mi segundo padre. Me acuerdo mucho de él, seguro que también está contento de que yo tenga esta oportunidad.



Gipuzkoando

· Su txoko guipuzcoano favorito. La playa de Zarautz. En general, la playa en un sitio que me relaja.



· Una fiesta. El Herri Eguna. Es un día de gran ambiente. Todo Oñati está en la calle.



· Un paisaje. El paseo entre San Pedro y Olate en Oñati. Hay momentos de sol, sombra, árboles, el ruido del río, tranquilidad... Es otro sitio donde me siento súper relajado.



· Un monte. Aloña.



· Una playa. Como he dicho antes, la de Zarautz.

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