Rodillos: tipos, usos y aplicaciones

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Rodillos: tipos, usos y aplicaciones
No hay tanta variedad de rodillos para pintar como de brochas, pero si nos acercamos a cualquier centro de bricolaje, encontraremos unos cuantos tipos: de lana, de espuma, de pelo corto, para temple, de disco, para efectos… Los más baratos suelen ser más difíciles de cargar de pintura y sueltan muchas gotas. Por otra parte, los de buena calidad tienen una superficie flocada regular y no se salen de la varilla; además, no sueltan pelusas. Hay rodillos de mohair para aplicar barnices y lacas, con pelo corto y compacto, y otros de espuma para pintar superficies con pinturas y esmaltes acrílicos. También hay rodillos de recortar, de unos 7 cm de ancho para rincones complicados, y de disco para molduras y detalles. Otra buena opción para trabajos no muy grandes son las almohadillas de espuma; lo mejor es emplearlas para revestimientos de lamas de madera, vallas, celosías y persianas. En cuanto a los que hacen efectos (trapeado, zigzag…), ahorran mucho trabajo y son fáciles de manejar y limpiar. También hay accesorios para colocar en los rodillos, por ejemplo, los mangos extensibles.