sábado, 20 de marzo de 2010
La esquela de Manolo.
Todo el mundo tiene sus preferencias a la hora de leer un periódico. Hay quien comienza por la última página; otros lo hacen por los deportes (la Real tira mucho); muchos van directamente a las páginas de televisión y, como hay gente para todo, no son pocos los que desperezan la mañana tragándose los anuncios por palabras. De todos modos, si hubiera que establecer un ranking, las esquelas se llevarían la palma. La lista ilustrada de los que, en dicho castizo, «han dejado definitivamente de fumar» atrae a un ingente número de lectores. Las esquelas, leídas con detenimiento, proporcionan información, son de rigurosa actualidad y, en ocasiones, añaden morbo. Y eso por no hablar de las pistas que proporcionan a determinados departamentos de Bancos y Cajas (además de Hacienda), que rastrean posibles compras o ventas de inmuebles; identifican deudos y deudores (que no son siempre los mismos) y hacen, con los datos publicados, negocios suculentos. Algunas tienen un toque poético: «Tu sonrisa quedará como una flor de primavera en nuestra memoria». Y otras añaden un detalle de humor. El pasado 20 de febrero Abc de Sevilla (donde a las esquelas les llaman 'mortuorias') se publicó una en la que un grupo de amigos de un tal Manuel Díaz Muñoz, presidente del Club Chumbalaka, hacían, entre otras, las siguientes consideraciones: «...a los creyentes se les ruega una oración por su alma. A los no creyentes, un brindis en su memoria». La 'mortuoria' finalizaba así «Manolo, no nos esperes levantado. Ya iremos llegando. Tú, a tu aire».
La verdad, me hubiera gustado conocer al tal Manolo.
20.03.10 - 02:37 -
JULIO DÍAZ DE ALDA
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