El Antton se despide tras 32 años

El bar dejará paso a la sociedad gastronómica Gure Txoko, que se había quedado sin sede. La fiesta de clausura del domingo arrancará a las 18.30, con trikitixa y terminará con Papalagi

04.01.13 - 00:55 - MARIAN GONZALEZ
OÑATI.   El Bar Antton, todo un clásico de la hostelería oñatiarra bajará la persiana el domingo tras una fiesta de despedida con la que quieren agradecer el apoyo de todos los que durante 32 años han hecho de la taberna un lugar de encuentro, disfrute y expresión.

Adiós. Antton y Xabi apuran sus últimas horas tras la barra junto a un buen número de clientes. :: MARIAN

Trikititixa y rock compartirán protagonismo en una velada que arrancará a las 18.30 y que ha querido fundir sus dos caras. La más tradicional encarnada por el patriarca Antton Elorza, y la más rockera, capitaneada en la última época por su hijo Xabi.

Ellos serán dos de los protagonistas de la jornada pero no los únicos, porque si algo ha caracterizado al Antton en que siempre ha sido un negocio de familia. Antton y Begoña impulsaron el bar acompañados de la hermana de ésta Neli y su marido Antonio, y los hijos de ambos matrimonios han dejado un buen número de horas al otro lado de la barra.

Todos vivirán el domingo una jornada muy especial y tendrán muy presentes a Mikel y Neli que ya no están.

El cierre viene motivado por la jubilación de Antton, que afronta un fin de semana muy intenso, mañana se despedirá de los Reyes Magos, tras 25 años, siendo uno de sus embajadores en la villa, y el domingo cierra el bar que lleva su nombre y al que ha dedicado media vida. Casi nada, pero aunque suene a tópico la vida continúa, y pese al sentimiento agridulce que supone una decisión de estas características, Antton está contento de que la taberna mantenga su idiosincrasia en forma de sociedad.

Y es que tras el cierre, el Gure Txoko, sociedad que se había quedado sin sede, se trasladará al Antton, por lo que la taberna seguirá viva aunque en forma de sociedad gastronómico recreativa.

Desde 1980

Fue un 16 de agosto de 1980, festividad de San Roque cuando el Antton abrió sus puertas en la Avenida de Euskadi, y enseguida se convirtió en un referente social por el don de gentes de Antton y la buena mano en la cocina de Begoña y Nelly. Con el txikiteo, las comidas y las cenas el trajín era constante. «Antes era una gozada trabajar en el bar -confiesa Elorza- metías muchas horas, pero se ganaba dinero. De un tiempo a esta parte ha bajado mucho. Han cambiado los hábitos de consumo, la mentalidad de la gente, y eso se nota».

Antton siempre ha sido el perejil de todas las salsas, rojiblanco empedernido el bar ha sido hasta ahora la sede de los leones oñatiarras. Gran aficionado al deporte, ha sido miembro de Organizaciones Deportivas EL DIARIO VASCO, y puede presumir además de ser amigo personal del Olentzero y sus Majestades de Oriente. Si a esto sumamos sus dotes escénicas de la mano de Olaitturri, no hay duda de que Antton le va la marcha, y aunque se jubile seguirá al pie del cañón.

En su anecdotario particular guarda con especial cariño a un gran jugador de puntto, el ya fallecido Félix Ausoetxe « eran tan bueno que era imposible ganarle, así que un día se me ocurrió quitarle los cuatros doses y perdió 200 pesetas, luego el también difunto Peitto le enseñó las cartas que yo había escondido debajo del mantel, y Félix empezó a jurar diciendo que nadie le había hecho nada igual desde la guerra».

Pero al margen del carteo y el txikiteo, el Antton ha sido también un referente gastronómico. El rabo en salsa, los callos y la merluza en salsa han sido un 'delicatessen'. En cuanto a la fecha de cierre es un guiño a los baserritarras, «nunca hemos cogido vacaciones hasta que pasara el día de feria, el primer viernes de cada mes. Y a la hora de echar el cierre también lo hemos tenido en cuenta». No ha sido el único detalle, se han despedido de todos sus proveedores con una carta deseándoles lo mejor, y el domingo dicen adiós al pueblo con una fiesta.