domingo, 3 de febrero de 2013

Tambor de Oro


«Me sentí orgulloso de que a Oñati le correspondiera un trocito del premio»


03.02.13 - 00:07 - MARIAN GONZALEZ
OÑATI. Enero ha sido un mes lleno de emociones para Antton Elorza.


Antton con el Tambor en el balcón del Ayuntamiento. :: MARIAN

Ha cerrado el bar que llevaba su nombre tras 32 años, se ha despedido de su amigo Melchor después de 25 mágicas noches de reyes, y como colofón, el Día de San Sebastián, recibió el Tambor de Oro como miembro de Organizaciones Ciclistas Euskadi por el escaparate mundial que ha supuesto para la capital guipuzcoana la Clásica Ciclista. Tan intenso calendario apenas le ha permitido disfrutar tranquilo de su recién estrenada jubilación. Una nueva etapa que inicia ilusionado, con la misión de dedicarse un poco más a la familia y disfrutar de una segunda juventud.

-Menudo mesecito ¿no?

-Sí la verdad es que ha sido un mes muy intenso, se han acumulado un montón de circunstancias, y emocionalmente ha sido una pasada. Lo del bar era algo que ya llevaba un tiempo mascullando, que veía venir, porque yo tenía que jubilarme por razones físicas y además quería hacerlo. Nunca es fácil cerrar un negocio que es tuyo, que ha sido parte de tu vida, de tu familia, pero el hecho de que vaya a seguir 'vivo' reconvertido en sociedad me reconforta. Surgió esa opción y no me lo pensé dos veces. Además Gure Txoko es una sociedad con solera, la tercera más antigua de Oñati tras el Txantxiku Txoko y Zubillaga, así que es un honor.

En cuanto a mi relación con Melchor, todos los que hemos colaborado con Martiñola en la organización de la cabalgata estos 25 años, vivimos una noche de Reyes muy especial el pasado 5 de enero, muy nostálgica. Decidimos terminar juntos esta aventura navideña y ceder el testigo a otros.

-Este ha sido quizá uno de los Tambores de Oro más guipuzcoano, al haber en el equipo organizador homenajeado un oñatiarra, un antzuolarra y un oiartzundarra, además de donostiarras. ¿Cómo ha vivido todos los prolegómenos de la concesión y la jornada festiva en sí?

- Nunca jamás imaginé que podría protagonizar ese acto. Es como cuando a un chaval le gusta el ciclismo o el fútbol, lo practica en categorías inferiores , y de repente, da el salto y está jugando o corriendo con sus ídolos. Yo me sentí un poco así. Han recibido el Tambor de Oro personas que admiro mucho y, de repente, yo estaba ahí con él en la mano. Además me hace mucha ilusión que nos lo concedieran por unanimidad.

-¿Y cómo fue la jornada?

- Apoteósica, yo me lo pasé genial. Sinceramente creo que ninguno de los diez que estuvo allí, disfrutó tanto como yo. Me sentí superorgulloso de que a un oñatiarra le concedieran el tambor. Hablando con otras personas que lo habían recibido ( la Behobia, la Oreja de Van Gogh) nos comentaron que fuésemos con la idea de disfrutar, y yo seguí el consejo a ciegas. Me siento un privilegiado de haber recibido una parte de este tambor. Pero todos tenemos claro que detrás de esos diez que estamos en el Comité de Euskadiko Txirrindularitza Elkargoa, hay cientos de personas, instituciones, sponsors, colaboradores que han hecho posible que recojamos esa distinción. El Tambor de Oro es este año un poco de todos, y por eso yo me lo he traído unos días a Oñati.

-El Tambor tiene una enorme repercusión mediática ¿qué le comenta la gente en la calle?

- La verdad es que yo hasta ahora no andaba mucho en la calle por el trabajo y las escapadas que realizaba, pero ahora después de jubilarme alterno más, ando más, y parece mentira la cantidad de gente que te felicita en la calle. Debido al cierre del bar y el tambor, estoy en el candelero, pero es bonito que el pueblo te reconozca.

-¿El Tambor de Oro es un premio muy donostiarra, no le han tomado el pelo por eso, sus amigos de la Peña del Athletic?

- Una cosa es ser del Athletic, pero yo ante todo soy oñatiarra de pro, donostiarra y guipuzcoano, aunque no tengo piso en Donosti como otros muchos guipuzcoanos. Los de la peña Oñatiko Zurigorriak me han felicitado, ahora están buscando una nueva sede.

-Y sin cambiar de tercio¿ cómo lleva la 'crisis' del club de sus amores?

- Cada vez que voy a Donosti como yo he dado muchos palos, ahora me los dan, y no me queda otra que aguantar. Espero que sea por poco tiempo. Hoy vamos al palco de Anoeta a ver el partido entre la Real Sociedad y el Mallorca invitados por el club txuri-urdin que ha querido también «reconocer y aplaudir la enorme aportación y valía de la Clásica de San Sebastián» así que seguro que me cae alguna pullita. Ya veremos a quien apoyo...

De txiki con Bahamontes

-¿ Va a seguir colaborando con Organizaciones deportivas o su jubilación también en este campo es una despedida definitiva?

- Parte del grupo decidimos que era el momento adecuado para dejar los puestos de responsabilidad. Eso no implica que si José Luis Arrieta y Enrique Erentxun, que son los que continúan, no piden ayuda, les echemos una mano. Después de 25 años juntos somos una gran familia. Hemos tenido pérdidas como la de Iñaki Lete en accidente, que fue un palo muy grande, pero también muchos momentos muy bonitos. Todo eso no se puede dejar de lado sin más. Somos como una familia bien avenida en la que aunque uno se vaya a vivir a otro sitio se mantienen los vínculos, y sabes que les tienes para lo que necesites.

-¿ De dónde le viene esa afición al ciclismo?

- Me ha gustado de siempre, aunque nunca he sido ciclista. A veces pienso que este peculiar romance deportivo empezó gracias a Bahamontes. Mi padre fue uno de los carpinteros que construyó el Velódromo OCU (Oñati Corcostegi Ugarte) que en 1954 se montó en el campo de Atotxa, y tengo muy grabado el recuerdo del viaje que toda la familia hicimos a San Sebastián. Yo iba agarrado de la mano del aita y Bahamontes le preguntaba « Don Miguel, don Miguel, los clavos de arriba están bien sujetos?» .Todavía guardo en casa algunos clavos de aquella época, y fotos con Bahamontes. Creo que eso me marcó.

-¿ Cómo empezó en Organizaciones Deportivas El Diario Vasco?

- Por medio de Enrique Erentxun y Jose Mari Eceiza. Me pidieron que colaborara con ellos en algunos temas y poco a poco me fui incorporando al grupo. Hablo del año 1987 y mira hasta dónde hemos llegado.

-¿ Cuáles son sus mejores recuerdos en la organización?

- Los momentos más apasionantes para mí fueron la salida del año 2.000 de Oñati, la llegada del 2.005 y también la etapa final del año pasado, porque aunque la prueba ya había recalado antes en la villa, en estas tres citas yo estaba en la organización. Eso sí tengo dos espinitas clavadas, que el año pasado no pudiéramos acabar en Arantzazu y que en los tres casos, no hemos tenido suerte con el tiempo, algo que por otro lado es un ingrediente más de la propia carrera.

-¿ Se nos queda algo en el tintero?

- Creo que merece la pena destacar que Oñati tiene algo especial para organizar grandes eventos. Y no lo hago en plan adulador, durante tantos años hemos trabajado en infinidad de pueblos, y Oñati siempre ha pasado la prueba con matrícula. Es algo que siempre me han dicho mis compañeros. Tengo que agradecer tanto a las distintas corporaciones, como al Aloña (en especial a Pedro Irurzun y Luis Mari Etxeberria que han hecho mucho por el ciclismo en la villa) y a vecinos y sociedades por su colaboración como verdaderos profesionales.

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