lunes, 14 de diciembre de 2009
El turno de San Lorenzo y Errekalde.
Los barrios de San Lorenzo y Errekalde de Oñati afrontarán en 2010 las primeras fases de sus rehabilitaciones. La instalación de dos ascensores y la creación de una plataforma de igual altura para peatones y coches son los platos fuertes de las respectivas actuaciones.
alos barrios de San Lorenzo y Errekalde de Oñati les ha llegado la hora de renovar su imagen. 2010 se presenta como el año en el que ambas zonas residenciales afrontarán el grueso de su rehabilitación. Una actuación que muchos esperan como agua de mayo. Y es que la operación para eliminar las barreras arquitectónicas, mejorar la movilidad y plantar cara a la falta de estacionamiento en estos populosos enclaves -cada uno tiene sus propias carencias- lleva tiempo merodeando alrededor de las cuentas presupuestarias.
"¡Por fin se han acordado de nosotros!", se congratulaba ayer Manuel, un residente de San Lorenzo de 69 años que subía estoicamente, peldaño a peldaño, las empinadas escalinatas que acceden a su vivienda. "Se han priorizado otros proyectos, a mi entender menos necesarios. Parece que ya es nuestro turno", añadía.
La cura de rejuvenecimiento a la que se someterán estos dos barrios engrosa, sin duda, la principal inversión que se acometerá en los próximos ejercicios. Más de cinco millones de euros costará la reforma integral de San Lorenzo, que dará sus primeros pasos con la ejecución de tres fases, de un total de 21. La obra, que tiene un plazo de diez meses, se ha adjudicado a la empresa Construcciones Ugarte y arrancará, según las previsiones, "con el nuevo año".
Las reivindicaciones que los vecinos han puesto sobre la mesa en numerosas ocasiones van a ser respondidas. Con la intervención que va a llevarse a cabo "se consigue mejorar la accesibilidad en aproximadamente el 60% del barrio", explica la alcaldesa, Lourdes Idoiaga. No en vano se pretende salvar los mayores desniveles que presenta la urbanización -en ella están censadas 1.600 personas- mediante la instalación de dos ascensores públicos.
Así, el primero de los elevadores partirá de la plazoleta donde está ubicada la sucursal de Caja Laboral (detrás del parque infantil), y para poder acceder a él se sustituirán los escalones actuales por rampas. El segundo montacargas, por su parte, se habilitará en las inmediaciones de la frutería y tendrá dos pisos: un primero en el paso transversal de todo el barrio, que conecta la finca de Garai con Eteo, desde donde se podrá continuar a pie o recalar en la tercera altura del barrio por medio de una pasarela peatonal sobre el vial rodado. En la plazoleta que comunica las últimas viviendas se adecuará una rampa diseñada con elementos metálicos. Estos ascensores son, por tanto, el plato fuerte del proyecto redactado por A2B Arquitectos que incluye, a su vez, mejoras en la entrada a portales y garajes, además de rebajes y ensanchamientos de aceras.
Sin embargo, algunas voces se han mostrado contrarias a la decisión tomada por el equipo de gobierno de colocar elevadores, ya que en su opinión hubiera sido "más acertado" decantarse por las escaleras mecánicas. A este respecto, Idoiaga insiste en que este tipo de instalaciones "en sí son barreras arquitectónicas para las personas mayores con dificultades, las sillas de ruedas o los cochecitos de niños, independientemente de que, incluso, puedan resultar más caras que los ascensores".
De la misma manera, hay quienes han planteado que el tema de la accesibilidad se resolviese con rampas, pero la primera edil precisa que éstas no deben tener un pendiente superior al 6% y, en el caso de San Lorenzo, se superan estos porcentajes. "Habría que invadir gran parte del espacio libre", advierte.
plataforma con bidegorri El barrio de Errekalde será el compañero de viaje de San Lorenzo en las principales obras que se realizarán a partir del próximo año. Optimizar los aparcamientos, calmar el tráfico rodado, mejorar la iluminación, dotar a las aceras de mayor anchura… son las peticiones de sus residentes. Se trata de crear un entorno "más amable" para el peatón.
Un desembolso de cuatro millones de euros supondrá el lavado de cara de Errekalde, construido en los años 70, que igualmente se materializará por fases. La principal de las actuaciones espera afrontarse con las ayudas del segundo Fondo de Inversión Local que otorgarán a Oñati 1.169.000 euros. "La regeneración urbanística de esta zona residencial encaja perfectamente con los parámetros de accesibilidad exigidos por este decreto ley", indica la alcaldesa. Se intervendrá, de este modo, en el "anillo" principal del barrio mediante la adecuación de una plataforma única que deje a la misma altura las aceras, los aparcamientos -se prevé ganar algunas plazas- y la carretera, diferenciando cada espacio con distintas texturas en el pavimento. El vial rodado, asimismo, incorporará el carril bici. Esta plataforma se acondicionará en su mitad, desde la entrada a Errekalde (por Moyúa) hasta la escuela; el tramo restante, el de bajada, esperará hasta 2011.
Por otro lado, la posibilidad de hacer un parking es un tema que se abordará a largo plazo, "en todo caso cuando se termine con toda la rehabilitación", sentencia Idoiaga.
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