miércoles, 11 de agosto de 2010

Fallece Radomir Simunek, histórico campeón de ciclo-cross

El checo tenía 48 años, ganó el mundial de 1991 y es el único ciclista que ha logrado el arco iris en todas las categorías


Radomir Simunek, histórico campeón de ciclo-cross, falleció ayer a los 48 años víctima de una larga enfermedad. El checo fue una de las grandes figuras de la especialidad en los años 80 y 90 y coronó su carrera con el título mundial de 1991. Se convirtió así en el primer y hasta ahora único corredor que se enfundó el maillot arco iris de ciclo-cross en todas las categorías. En 1980 ganó el Mundial juvenil en Suiza por delante del itsasondoarra Jokin Mujika (en 1983 y 1984 logró el título amateur). El hijo de Radomir Simunek, del mismo nombre, es profesional y se encuentra entre los mejores. Fue octavo en el último Mundial.
Nacido en 1962 en Pilsen, desarrolló prácticamente toda su carrera en el mundo amateur en la antigua Checoslovaquia. Hasta 1990, con 38 años, después de la caída del Muro de Berlín, no pudo competir como profesional, aunque su verdadero valor era conocido por todos gracias a sus apariciones internacionales con la selección checoslovaca, que no le repotaron ningún beneficio económico ya que todo el dinero que ganaba iba directamente a la federación.
Quizá por eso prolongó su carrera profesional hasta los 40 años. Hasta 1999, con 37, ganó siempre por lo menos una carrera cada temporada. Además del título mundial, Simunek ganó en tres ocasiones la general del Superprestigio, la máxima competición de la temporada de ciclo-cross. Fue nombrado mejor ciclista checo del siglo XX.
Habitual de Zarautz
Los aficionados guipuzcoanos recuerdan bien a Simunek, dado que era un habitual en pruebas como el ciclo-cross de Zarautz, donde ganó en 1990, en la época dorada de la especialidad en Euskadi, cuando los circuitos se llenaban cada fin de semana de invierno.
En 1992 tuvo un accidente de tráfico, en el que murieron tres personas. Fue sentenciado a 18 meses de cárcel, pero recibió el perdón presidencial de manos de Vaclav Havel. Desde hace ocho años se dedicaba a entrenar a su hijo, plata en los mundiales juvenil y sub 23. El actual campeón del mundo élite, el checo Zdenek Stybar dijo ayer que «Simunek era un talento natural».

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