lunes, 9 de agosto de 2010

TRAGICO CAMPEONATO DE SAUNA

Uno de los finalistas murió tras resistir sólo seis minutos en el recinto





En Finlandia hay campeonatos de lo más variopintos, como lanzamiento de teléfono móvil, carrera cargando a la mujer a hombros, natación en un lago congelado, lanzamiento de bota, campeonato de matar mosquitos... y el campeonato mundial de resistencia en la sauna.
Todos parecen muy divertidos pero en algún caso pueden acabar de forma trágica, como sucedió este fin de semana con el mundial de sauna que se celebró en Heinola, a 138 kilómetros al norte de Helsinki, que acabó en tragedia con la muerte de uno de los dos finalistas. En el certamen participaron 135 hombres y mujeres procedentes de quince países
Tras seis minutos en la sauna a una temperatura de 110 grados (los campeones suelen resistir hasta doce minutos), uno de los finalistas, el sexagenario ruso Vladimir Ladyschenski, sufrió un colapso y falleció, al parecer a causa de un ictus.
Su máximo rival, el finlandés y pentacampeón mundial Timo Kaukonen, de 40 años, casi perece también en la prueba y tuvo que ser trasladado a un hospital de Lahti aunque está fuera de peligro.
Las imágenes de los dos participantes cuando fueron sacados de la sauna eran trágicas, con la piel despellejada como si hubieran sido metidos en un horno y con brotes de sangre en zonas donde estallaron pequeñas venas.
La policía ha abierto una investigación para aclarar el caso, y los organizadores aseguran en su página web que «todas las reglas se cumplieron» y afirman que había suficiente personal médico para atender a los participantes en caso de colapso.
Un mundial «controlado»
El caso ha levantado gran controversia a pesar de que los responsables del torneo aseguran que se cumplieron todos los aspectos relativos a seguridad. «Todos los participantes tuvieron que presentar un certificado médico antes de el torneo», explica la organización que se muestra escéptica acerca del futuro de este mundial de sauna, que se celebró por primera vez en 1999 como prueba de resistencia.
El reglamento del campeonato, cuyos participantes deben pagar 50 euros como cuota de inscripción, indica que todos los 'saunistas' son responsables de su condición física y tienen que presentar un certificado médico que garantiza su buen estado de salud.
Los participantes no pueden presentarse bajo los efectos del alcohol o consumirlo durante la competición. Tampoco se admite ninguna clase de dopaje o ayuda extra. De hecho, el año pasado se descubrió que algunos competidores hacían uso de cremas que hacen más llevadero el calor en situaciones extremas.
La protección en el cuerpo debe limitarse al bañador, con medidas limitadas: 200 milímetros de pernera para los hombres, y 50 milímetros de anchura de tirantes para las mujeres. Ni siquiera se autoriza el pelo demasiado largo, que debe recogerse. Los participantes deben sentarse con el culo y los muslos pegando en el banco de la sauna, con la espalda recta, siendo posible apoyar los codos sobre las rodillas. El último en levantarse del banco de la sauna se proclama ganador, siempre que salga por sus propios medios de la sauna.
D.V.

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