miércoles, 13 de enero de 2016

Ana Mari Liziaga


“Queremos pasarlo bien, que la gente se divierta y salga de nuestras representaciones con una sonrisa en la cara”

ANABEL DOMÍNGUEZ - Miércoles, 13 de Enero de 2016 - Actualizado a las 08:33h
Ana Mari Liziaga

 Ana Mari Liziaga tiene la fórmula para mantenerse activa: no estar de brazos cruzados. En 2005 se embarcó en la aventura teatral que vio la luz en el seno del hogar del jubilado Pake Leku, y desde entonces no ha dejado de pisar las tablas. Esta oñatiarra de 82 años, que desborda simpatía y gracia por los cuatro costados, es el perejil de muchas salsas. Sencilla donde las haya, no se atribuye los méritos sino que los comparte con el resto de sus compañeros de Ikusi Makusi. "Nos gusta colaborar en iniciativas que sean por el bien del pueblo", insiste, mientras en su rostro se dibuja una sonrisa. El sábado presentarán al público oñatiarra (22.00 horas; cinco euros) su último espectáculo Hospital o manicomio. Los que han tenido la oportunidad de disfrutar de otras representaciones del grupo guardan un excelente recuerdo de las carcajadas y aplausos que les arrancaron las idas y venidas de los veteranos actores. Ana Mari Chacón, Mari Carmen Goitia, Rosita Lucas, Carmen Maiztegi, Tere Zubia, Josefina Martín, Ángel Agirre y la propia Liziaga se desenvuelven como pez en agua sobre el escenario, bajo la batuta de Asun Arzuaga (Javier Larrea hace las funciones de tramoyista).
¿De dónde le viene la afición por el teatro?
-Cuando éramos pequeñas hacíamos teatro en la escuela y me gustaba. Hace once años Ana Mari Chacón estaba en la junta directiva de Pake Leku y le planteó a Asun Arzuaga organizar un grupo exclusivamente para jubilados. Hicieron una convocatoria y mi amiga Tere me propuso apuntarnos. Entonces pensé: Anda que no han llovido desde íbamos al colegio. Nos animamos, empezamos la aventura y aquí seguimos.
¿Qué le supone subirse a un escenario?
-Reconozco que antes de salir a escena sigo estando como el primer día. Los nervios afloran, pero al empezar con la representación y ver al público enfrente, se me pasa por completo y me pongo a la faena. Para mí el teatro es ocio; es como una terapia para mantenerme activa y ejercitar la memoria. Ya no somos unas chavalas (se ríe) y tengo que estudiar mucho.
¿Cómo valora la experiencia de estos años?
-Está siendo, sin duda, una experiencia buenísima. Los miembros del grupo somos una piña y eso se nota en lo que hacemos. Ikusi Makusi es un proyecto que ha surgido en el pueblo pero que, a su vez, lo damos a conocer fuera. Al año solemos hacer entre 16 y 18 funciones en hogares del jubilado, centros de días, residencias... La gente nos pide risas y nosotros se las ofrecemos. El teatro es un buen taller de risoterapia a cualquier edad.
¿Qué les dicen cuando actúan?
-Que somos valientes con la edad que tenemos. La gente mayor vive nuestras obras y eso hace que no nos falten anécdotas. Animo a los jubilados a que estén activos. El teatro es una opción, pero hay muchas más.
¿Qué destacaría de la obra ‘Hospital o manicomio' que estrenaron en noviembre en una sesión para jubilados dentro de la semana cultural de Pake Leku, y que el sábado presentarán en casa a todo el público?
-Sigue en la línea de las anteriores. Es sencilla en el montaje y en la compresión. Nuestro objetivo es divertir al público. Queremos pasarlo bien, que la gente se entretenga y salga con una sonrisa en la cara. Hospital o Manicomio -Liziaga se enfunda en el papel de enfermera- es una adaptación del montaje (preparan uno por año) En dos palabras: Impaciente, que representamos hace nueve años. El argumento gira en torno a un paciente que por error es operado de hemorroides en lugar de apendicitis. Desde noviembre la hemos escenificado ya en Elgeta, Aretxabaleta, Gernika, las monjas de Santa Ana, y el próximo día 26 estaremos en Antzuola.
Sabe, además, lo que es ponerse delante de las cámaras...
-(Deja escapar una carcajada). Participo con una cuadrilla de jóvenes, Gero Pentzauku, en los cortos que realizan para el rally de cortometrajes de Oñati. Hago el papel de amatxo. Me gusta relacionarme con los jóvenes, con gente de diferentes edades; me lo paso bomba.
Ha participado en un desfile de moda y también en una de las carrozas de la Cabalgata de Reyes...
-En octubre tomé parte junto a Josefina Martín y Carmen Maiztegi del grupo de teatro, en el desfile que organizaron los comercios de Mendiko Kale. Nos pusieron una alfombra roja como a los famosos (bromea). En cuanto a la Cabalgata, la asociación Txanda recurrió a mí porque necesitaban una amama para que fuese en la cuarta carroza que este año desfiló por detrás de las de los Reyes. Los niños me decían: Amama, amama.... Ver la ilusión que tienen y sus caritas merece la pena.
¿Qué otras aficiones tiene?
-Voy al curso de trabajos manuales, me gusta estar con gente, con las amigas y leer. Me ha encantado viajar. 

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