martes, 23 de febrero de 2010

Irizar luce el maillot de Radio Shack

Está integrado en el grupo de corredores que disputarán las clásicas del Norte y quiere dar su mejor nivel en Flandes y Roubaix


El oñatiarra debuta hoy con su nuevo equipo en el Giro de Cerdeña tras unos días marcados por el nacimiento de su segundo hijo.
Markel Irizar estrenará hoy en la primera etapa del Giro de Cerdeña el maillot rojo y negro del Radio Shack, el primero distinto al naranja del Euskaltel que ha vestido desde que pasó a profesionales en 2004. En principio estaba previsto que debutara este sábado en la Het Volk con el grupo que va a disputar las clásicas, pero la no invitación de su equipo a la Tirreno ha motivado que Klöden, que iba a correrla, vaya a Murcia en lugar de Irizar y esto ha cambiado el inicio de su programa.
El debut llega después de unos últimos días marcados por el nacimiento el viernes de Aimar, el segundo hijo de Markel y Alaitz. Se hizo de rogar, porque su llegada parecía inminente cuando Irizar dejó la concentración del Radio Shack nueve días antes. El nombre del recién nacido delata la gran relación entre el oñatiarra y su compañero en Radio Shack, Zubeldia. De hecho, si llega a ser niña se habría llamado Ane, igual que la hija del usurbildarra. Irizar siempre ha estado muy unido a los Zubeldia, antes más con Joseba, con el que coincidió en todas las categorías, y esa relación se reforzará como compañeros en una etapa en Radio Shack que tiene cautivado a Markel.
Reconoce que «tenía miedo o respeto para saber cómo me arreglaba con mi inglés con los americanos, pero me he arreglado muy bien. No me queda otro remedio porque en mi grupo de las clásicas no hay nadie que hable castellano. Me tenía que adaptar rápido y todo ha sido fácil. En la mesa en las concentraciones se habla en inglés, participo en las conversaciones y estar con corredores de tantas nacionalidades es enriquecedor y en pocos días ya he hecho amistades. Tienes más roce con los que hablan castellano, pero también con Lequatre o el sudafricano Impei, que vive en Girona. He cogido mucha relación e igual viene unos días a mi casa después de las clásicas a conocer Euskal Herria, Donostia y los pintxos. Vive en Girona, su novia está en Sudáfrica, y le he ayudado a hacer unas cosas porque apenas habla castellano».
Destaca el buen ambiente del equipo y cómo en eso le ha sorprendido el papel de Klöden, al que tenía por muy serio en carrera y que fuera de ella es el que pone el buen humor. Sobre sus impresiones de Armstrong, destaca que «desde fuera se le juzga muy fácilmente, se le pone una imagen de pedante, pero su vida no es fácil, tiene un montón de gente encima y con los compañeros y con el staff es muy cercano, tiene buen humor y es correcto con nosotros. No sólo él, me ha llamado la atención lo humildes que son todos estos corredores, no tienen aires de grandeza, son mucho más sencillos de lo que parecen».
Sobre la única concentración en la que coincidió, porque el tejano no fue a la segunda de Calpe, el oñatiarra apunta que «bastante gente fuera piensa que por haber tenido cáncer he ido al equipo, pero he estado con él y ni hemos hablado de eso. Un porcentaje alto del equipo ni lo sabe. En Arizona, tenía bastantes compromisos y cuando coincides cenando hablas de tonterías, echas risas... Si llego a correr en Murcia habría tenido ocasión de estar más con él, porque es más fácil coincidir entre 8 que con 24. No sé si este año voy a poder estar con él. No me quita el sueño, pero es un referente en el ciclismo y, si no es este año, sí me gustaría correr con él alguna vez el próximo».
Dos grupos bien definidos
Este será difícil porque Irizar está en el grupo de los clasicómanos, bajó la dirección de Ekimov y De Mol. Por eso iba a empezar este fin de semana en Het Volk y la Kuurne, pero empezará en Cerdeña y seguirá en West-Vlaanderen (tres días de pavés), San Remo, Gent-Wevelgem, Harelbeke, Tour de Flandes y París Roubaix. Además, correrá Castilla León, Picardie y Vuelta a Bélgica. En la segunda parte del año le gustaría participar en la Vuelta.
Un calendario inusual para un ciclista vasco: «Me preguntaron en el equipo por qué no quería ir a País Vasco y les dije que porque coincidía con Flandes y París Roubaix. Me da pena, si hubiera 15 días de diferencia correría súper contento aunque mis características no se adaptan al terreno de aquí, me va más el belga. Y la pena es que yo no he mamado desde pequeño esa cultura, su forma de correr, el pavés... Para mucha gente ir allí es una faena, pero para mí es un privilegio. Es muy difícil hacer algo y es muy probable que te caigas y te rompas algo, pero por eso esas carreras tienen tanta historia. Sería el quinto año que las corro y si acabo y asomo el morro cumpliré el objetivo. Steegmans es el líder de nuestro grupo, pero no es un rematador para esas carreras. Casi siempre me ha pasado algo, pero una vez acabé Flandes en el segundo grupo y me gustaría hacerlo bien en estas clásicas»
Joseba ITURRIA
HEMEN

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