miércoles, 24 de noviembre de 2010

San Andrés Dung-Lac .24 Noviembre


1820-1862

Cuando miramos el firmamento nocturno, vemos cúmulos estelares. Los santos vienen también en cúmulos. Uno de tales cúmulos de santos es el de los 117 mártires vietnamitas canonizados en 1988.


Al menos tres oleadas de persecución tuvieron lugar en Vietnam entre 1820 y 1862, cuando un tratado con Francia dio libertad religiosa a los católicos. De los 117 mártires, 96 eran vietnamitas, 11 españoles y 10 franceses. Cincuenta y nueve eran católicos laicos y 58 clérigos. San Andrés Dung-Lac, cuyo nombre es citado el primero en el día de su fiesta, era un cura de parroquia.


Una de las cosas más atractivas de los santos es que provienen de todos los continentes (excepto la Antártica) Más aún, provienen de todos los órdenes de la vida, desde los sirvientes hasta la realeza. Y provienen de toda nacionalidad. Todo tipo posible de personalidad está representado. Dicho en pocas palabras, los santos son una completa sección transversal de la humanidad.


Pese a sus enormes diferencias, los santos tienen ciertas características comunes. La primera es su enorme amor por Dios. En primer lugar, y ante todo, están enamorados de la divinidad. En segundo lugar, los santos nos dicen constantemente que no tengamos miedo. Una y otra vez dicen que mientras Dios esté con nosotros, ¿quién podría estar contra nosotros?.


Finalmente, los santos nos animan a convertirnos en los individuos únicos que fuimos creados a ser. Ninguno de ellos es igual que otro, y tampoco deberíamos nosotros ser ninguno, salvo nosotros mismos.

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