Detectores de humos: Se colocan para que avisen a la persona de que hay un incendio y que puede inhalar monóxido de carbono.
Usuarios: Afecta a mayores de 75 años. En una primera fase, este año, se dirigirá a los 193 oñatyiarras de más de 80 años que vieven solos o en pareja. En una segunda fase, el año que viene, la horquilla de edad se extenderá de los 75 a 79 añis
Seguridad: Se busca garantizar la seguridad ye l confort de los mayores en el hogar.
Coste: El Ayuntamiento costeará íntegramente la instalación de los detectores. Los usuarios sólo tendrán que pagar el mantenimiento anual que asciende a 12 euros.
Cuando una persona mayor que vive sola se percata de que se ha producido un incendio en su domicilio puede ser ya demasiado tarde. De ahí que las instituciones busquen poner freno a un problema que cada año afecta a más ancianos. Y es que el fuego es el protagonista de ocho de cada diez accidentes en el hogar y la mitad de los afectados son personas de la tercera edad.
La solución, instalar detectores de humo en sus casas, alarmas extremadamente sensibles y que emiten en señal sonora muy potente. El último pleno antes de las vacaciones estivales dio luz verde el jueves a la ordenanza que regulará las ayudas a la instalación de estas alarmas en la viviendas de los mayores de 80 años que viven solos o en pareja. El objetivo es reforzar la seguridad contra posibles incendios de los mayores y que este colectivo pueda vivir en su entorno el mayor tiempo y con la mayor seguridad posible.
La Corporación tiene una partida presupuestaria de 30. 000 euros para gestionarlo en 2010, así que con la aprobación de la ordenanza da el pistoletazo definitivo al proyecto. Este primer año tendrán prioridad en la instalación los mayores de 80 años, y el año que viene el servicio será ofertado a oñatiarras de entre 75 y 79 años.
La alcaldesa Lourdes Idoiaga, explicó que el objetivo es evitar incendios en los hogares de las personas mayores. «El proyecto pretende evitar estos riesgos y garantizar la seguridad de las 193 personas mayores de 80 años que hoy en día viven solas o en pareja en Oñati» relató.
Emergencias
El objetivo principal es reducir los tiempos de alerta ante estas emergencias, y para ello, además de un estudio previo de edificios y viviendas, se va a instalar a partir de octubre un sistema en cada hogar que colabore eficazmente en la detección y control de fuegos.
El servicio constará de tres fases. En la primera, los técnicos visitarán el piso de la persona a la que se va a prestar el detector. Realizarán una inspección preventiva para la detección de riesgos, comprobando revisiones de gas, calderas, calefacción, estufas, instalación eléctrica... con el fin de determinar los riesgos potenciales. También se darán unas nociones básicas sobre prevención y la manera de actuar en caso de un incendio, facilitando un manual de prevención.
En la segunda, se procederá a instalar el sistema de detección de incendios. Este avisa de la presencia de humo en la vivienda mediante una alarma sonora muy fuerte o lumínica si son sordas. Estos detectores son importantes porque el monóxido de carbono no huele y puede producir la muerte en pocos minutos.
Y, en la tercera y última, se elaborará un croquis de la vivienda y la accesibilidad al edificio para facilitar a los bomberos la labor en caso de que tuvieran que intervenir. El objetivo es reducir los tiempos de reacción y poder llevar a cabo una evacuación rápida.
El Ayuntamiento costeará íntegramente la instalación de los detectores, y la ejecución del estudio de prevención y el plan de evacuación. Los usuarios sólo tendrán que pagar el mantenimiento anual, que asciende a 12 euros, y que en caso de mayores que no lleguen a la pensión mínima será sufragado también por el Consistorio. La iniciativa venía gestándose desde hace dos años, y finalmente verá la luz este año tras los buenos resultados que ha tenido en Ayuntamientos pioneros como el de Erandio. Las solicitudes deberán cursarse en los servicios sociales
D.V.
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