«Markel me ha enseñado a ponerme bien la txapela»
Gallopin se encontró «muy bien en Jaizkibel, he decidido probar en Arkale y me ha salido bien»
28.07.13 - 00:20 -
Tony Gallopin dio la sorpresa en el Boulevard donostiarra, aunque la noche anterior Markel Irizar ya puso sobreaviso a sus compañeros de que si alguien ganaba la Clásica se tenía que poner la txapela «como un vasco, bien derecha», desvelaba el ciclista francés en la rueda de prensa posterior. En el podio miró a Markel y éste le dio el aprobado. Una sonrisa de felicidad traslucía el rostro del ganador.
No era para menos, ya que Gallopin consiguió su triunfo más importante desde que es profesional. El ataque le salió muy bien. «En Jaizkibel me he encontrado muy a gusto y me fijaba en Valverde. Conocía la bajada y me he atrevido a probar en la subida a Arkale».
Markel Irizar es el compañero de habitación del ganador y el oñatiarra le explicó cómo eran los últimos kilómetros de la Clásica. «Es buen amigo mío y durante 30 minutos me estuvo enseñando cómo era la parte final».
La selección defenitiva se realizó en la segunda ascensión a Jaizkibel y las piernas le respondieron de manera perfecta a Gallopin. «Nos hemos quedado unos diez corredores y todos íbamos bien. Kreuziger y Valverde eran los más peligrosos y creo que les he sorprendido con el ataque en la subida».
Después mantuvo durante 15 kilómetros una renta de alrededor de veinte segundos a pesar de que atrás iban Roche y Kreuziger del Saxo, Landa y Nieve de Euskaltel y Valverde de Movistar. «Alain me ha dado una primera referencia de 20-30 segundos, me ha animado y he rodado a tope. Al final no me fijaba en las diferencias sino que sólo pensaba en tirar para adelante».
Alain es su director deportivo y además tío. La relación entre ambos es excepcional a pesar de que según Tony «no es fácil, pero nos llevamos muy bien. Gran parte de esta victoria se la debo a él».
Temporada complicada
La victoria tuvo un sabor dulce para el francés, ya que su temporada no ha sido sencilla y en el Tour, su objetivo principal, las cosas no le han salido como esperaba. «Esta victoria me sabe muy bien. Es la primera de la temporada y ha llegado después de un año que estaba siendo malo. Estuve enfermo y no estaba andando como esperaba. Hoy en cambio notaba que las piernas me respondían muy bien».
Nada más terminar la ronda gala el cuerpo le ha dado la vuelta por lo visto en tierras guipuzcoanas. «Terminé el Tour muy decepcionado. Esta semana he corrido varios criteriums y he llegado en forma. No me esperaba la victoria».
La remporada no sólo ha sido difícil para él, sino que el equipo RadioShack también está teniendo una temporada convulsa fuera de la carretera y en cuanto al patrocinio. Gallopin asegura que a los corredores no les está afectando. «El ambiente entre los ciclistas es inmejorable. Las victorias de Cancellara al inicio de temporada nos dieron tranquilidad y creo buen rollo entre nosotros. Con la dirección tampoco ha habido problemas y no ha trascensido en nuestra relación, que es buena, los rumores extradeportivos».
Después de ganar la Clásica la trayectoria de Gallopin será seguida de más de cerca por la afición vasca. Para empezar va a viajar a tierras norteamericanas. «Allí correré el Tour de Colorado. Otro objetivo será el Gran Premio de Plouay y finalizaré la temporada en las carreras de Canadá».
La victoria de Tony Gallopin hizo muy feliz a los dos guipuzcoanos de RadioShack, especialmente a Markel Irizar. El de Oñati es un buen amigo del francés y nada más llegar a meta fue a saludar, felicitar y abrazarse con su compañero. «Tenemos una muy buena relación» aseguraba el de Oñati, que explicó a Gallopin y sus compañeros de equipo cómo se tenían que calar la txapela. «Les estuve enseñando y mira por dónde ha ganado. Solemos entrenar muchas veces juntos». También estaba más que contento el usurbildarra Haimar Zubeldia. «Se lo merece. Ha hecho un carrerón y es un muy buen chaval».
No hay comentarios:
Publicar un comentario