El nuevo puente asoma en Zubillaga

Ya han terminado de ensamblar el tablero y en unas semanas levantarán los dos arcos. Si no hay contratiempos la moderna pasarela será transitable para el mes de agosto

El vanguardista puente de acero que pondrá punto y final a los problemas de inundabilidad de Zubillaga comienza a perfilarse ya bajo la curiosa mirada de los vecinos del barrio rural e industrial.
Los operarios que trabajan en la pasarela que se construye junto al Parque Comarcal de Bomberos han completado esta semana de ensamblar la estructura que a partir de agosto remodelará el tráfico al barrio, una vez demolidos los antiguos puentes y eliminada la otrora fatídica curva de Altuna.
Los técnicos barajan ese plazo para completar la construcción de la pasarela. «La semana que viene empezaremos a hormigonar el puente, y luego a levantar los arcos a cada lado», explicaban a pie de obra. Una labor que tiene su complejidad ya que cada arco tiene seis metros de altura.
Lo cierto es que la obra que acomete Construcciones Moyua con una presupuesto de 3,3 millones de euros ha superado ya la fase más desagradecida, así que ya queda menos para ver 'in situ' el nuevo puente de acero de 18 metros de largo, con una calzada interior de 8 metros de ancho y dos aceras de 2,26 metros.
Lo último, las demoliciones
Un proyecto de estas características exige una actuación integral y, por eso, se ha remodelado ya el salto de agua de la presa Altuna Hermanos, cuya cota se ha bajado hasta 2,6 metros, protegiendo los márgenes con escollera. Una vez construido el nuevo puente se demolerán los dos antiguos existentes en la actualidad, el del ferrocarril y el de Altuna, que dificultan el tránsito del agua en las crecidas, siendo sustituidos por el nuevo que tiene una mayor capacidad de desagüe.
Este nuevo puente de aires claramente vanguardistas, que sustituirá al peligroso enlace de Altuna es, sin duda, la actuación más espectacular del proyecto diseñado por LKS, actuación que también contempla la demolición del puente del mismo nombre que, debido al reducido tamaño de su ojo, era uno de los elementos que podía favorecer los desbordamientos.
Actualmente, la pasarela provoca un gran estrangulamiento de la capacidad de desagüe del río, constituyendo un riesgo importante de inundaciones cuando llueve mucho y, dado su trazado perpendicular al río que obliga a una curva forzada en la carretera, resulta muy peligroso para el tráfico, afortunadamente más desahogado tras la apertura de la variante.
El presupuesto global de la obra asciende a 3,3 millones de euros, la mayor parte (2,7 millones) sufragada por la dirección de Aguas del departamento de Medio Ambiente del Gobierno Vasco. La Diputación Foral de Gipuzkoa, financia un proyecto paralelo: las obras de modificación del trazado de la carretera (901.000 euros) merced a un convenio suscrito con el Consistorio local. Y el Ayuntamiento, a su vez, ha cedido los terrenos necesarios para poder acometer el proyecto.
Las tres instituciones han colaborado para poner fin a la inundabilidad del barrio de Zubillaga y que el caudal del río Arantzazu no vuelva a desbordarse como ocurrió en las importantes avenidas sufridas en 1983 y 1992. El resultado se verá en unos meses.
DV