14.06.11 - 02:30 - MARIAN GONZALEZ OÑATI.
Dice el refrán que es de bien nacidos ser agradecidos y como Oñati es hoy lo que es gracias, en parte, a sus mayores, el Ayuntamiento en colaboración con la asociación de pensionistas y jubilados Pake-Leku, suele celebrar una jornada de tributo que el domingo vistió de fiesta Zubikoa.
El homenaje anual que Oñati brinda a sus mayores reunió a varios centenares de jubilados y tuvo a dos protagonistas de excepción, Isabel Zubia y Juan Plazaola, de 94 y 90 años de edad respectivamente, que fueron distinguidos como «amama» y «aitaita» de 2011.
Tras la homilía y la felicitación de músicos, dantzaris y autoridades, los dos homenajeados recibieron de manos del nuevo alcalde, Mikel Biain, la txapela y pañoleta de honor que distingue a los jubilados de mayor edad.
También se estrenaba en el cargo el presidente de los jubilados, Jesús Sasiain, que estuvo flanqueado por el también miembro de la Junta de Pake-Leku, Javier Arriaran. La mesa de autoridades la completó Conrado Kernstock, el edil de mayor edad de la nueva Corporación, que fue el encargado de entregar el tradicional ramo de flores a la amona de Oñati. Juntos disfrutaron de los acordes del Banda Municipal de Música y la de Txistularis. Y, mientras los dantzaris-txikis de Oñatz despedían con su habitual desparpajo la ceremonia matinal que daba paso a la multitudinaria comida popular en la cancha del polideportivo Zubikoa, en el improvisado restaurante todo estaba listo ya para dar de comer a las alrededor de trescientas personas que en escasos minutos ocuparían el recinto festivo compartiendo menú y recuerdos.
Con la última cucharada todavía en la boca, varias parejas de comensales se animaban ya a bailar. Los discursos de rigor y el tradicional sorteo de regalos pusieron la guinda una velada muy especial para los mayores que cerró una intensa semana festivo-cultural.
Desde Pake-Leku se mostraban satisfechos de la respuesta de los mayores y están dispuestos a seguir trabajando con entusiasmo. En Oñati en la actualidad un 25% de la población supera los 64 años, una cifra importante, sin duda, y que el Hogar del Jubilado, a través de su activa e incansable Junta Directiva, intenta agrupar ofreciendo a lo largo de todo el año distintas alternativas de ocio, un lugar de reunión y encuentro, y potenciando un espacio lo más abierto y participativo posible. La ilusión, el humor, las ganas de pasarlo bien, de aprenderm y de superarse no tienen edad, y estos días un buen número de jubilados han vuelto a demostrarlo.
Dice el refrán que es de bien nacidos ser agradecidos y como Oñati es hoy lo que es gracias, en parte, a sus mayores, el Ayuntamiento en colaboración con la asociación de pensionistas y jubilados Pake-Leku, suele celebrar una jornada de tributo que el domingo vistió de fiesta Zubikoa.
El homenaje anual que Oñati brinda a sus mayores reunió a varios centenares de jubilados y tuvo a dos protagonistas de excepción, Isabel Zubia y Juan Plazaola, de 94 y 90 años de edad respectivamente, que fueron distinguidos como «amama» y «aitaita» de 2011.
Tras la homilía y la felicitación de músicos, dantzaris y autoridades, los dos homenajeados recibieron de manos del nuevo alcalde, Mikel Biain, la txapela y pañoleta de honor que distingue a los jubilados de mayor edad.
También se estrenaba en el cargo el presidente de los jubilados, Jesús Sasiain, que estuvo flanqueado por el también miembro de la Junta de Pake-Leku, Javier Arriaran. La mesa de autoridades la completó Conrado Kernstock, el edil de mayor edad de la nueva Corporación, que fue el encargado de entregar el tradicional ramo de flores a la amona de Oñati. Juntos disfrutaron de los acordes del Banda Municipal de Música y la de Txistularis. Y, mientras los dantzaris-txikis de Oñatz despedían con su habitual desparpajo la ceremonia matinal que daba paso a la multitudinaria comida popular en la cancha del polideportivo Zubikoa, en el improvisado restaurante todo estaba listo ya para dar de comer a las alrededor de trescientas personas que en escasos minutos ocuparían el recinto festivo compartiendo menú y recuerdos.
Con la última cucharada todavía en la boca, varias parejas de comensales se animaban ya a bailar. Los discursos de rigor y el tradicional sorteo de regalos pusieron la guinda una velada muy especial para los mayores que cerró una intensa semana festivo-cultural.
Desde Pake-Leku se mostraban satisfechos de la respuesta de los mayores y están dispuestos a seguir trabajando con entusiasmo. En Oñati en la actualidad un 25% de la población supera los 64 años, una cifra importante, sin duda, y que el Hogar del Jubilado, a través de su activa e incansable Junta Directiva, intenta agrupar ofreciendo a lo largo de todo el año distintas alternativas de ocio, un lugar de reunión y encuentro, y potenciando un espacio lo más abierto y participativo posible. La ilusión, el humor, las ganas de pasarlo bien, de aprenderm y de superarse no tienen edad, y estos días un buen número de jubilados han vuelto a demostrarlo.
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