jueves, 26 de abril de 2012

San Rafael Arnaíz Barón.26 Abril.

En el monasterio de san Isidoro de Dueñas, en España, San  Rafael Arnáiz Barón, religioso de la Orden Cisterciense, que, siendo novicio, enfermó gravemente y, confiando siempre en el Señor, con gran paciencia soportó su enfermedad.

Qué grande es Dios!





¡Qué bien ordena los acontecimientos siempre para su gloria!





¡Sólo Dios llena el alma..., y la llena toda!





La verdadera felicidad se encuentra en Dios y solamente en Dios.





El que no tiene a Dios necesita consuelo; pero el que ama a Dios, ¿qué más consuelo?





¡Cómo se inunda mi alma de caridad verdadera hacia el hombre, hacia el hermano débil, enfermo...! Si el mundo supiera lo que es amar un poco a Dios, también amaría al prójimo.





Al amar a Jesús, forzosamente se ama lo que El ama.





La única verdad es... Cristo.





He hecho el votó de amar siempre a Jesús. Virgen Maria, ayúdame a cumplir mi voto.





Para Jesús todo, y todo, para siempre, para siempre.





No le bastó a Dios entregarnos a su Hijo en una Cruz, sino además nos dejó a Maria.





Honrando a la Virgen, amaremos más a Jesús; poniéndonos bajo su manto, comprenderemos mejor la misericordia divina.





¡Qué grande es Dios, qué dulce es María!











Señor omnipotente que glorificas a los humildes y abates a los soberbios, te suplicamos por la gloria de tu Santo Nombre ensalces la memoria de san Rafael, concediéndonos la gracia que te pedimos por intercesión del mismo, que vivió y murió para glorificarte a Ti, Señor, que con el Hijo y el Espíritu Santo vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén



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