"Hay mucha opción de tener un equipo profesional en 2012; Gipuzkoa lo necesita"
Dos años después de poner fin a su etapa en Orbea y Euskaltel-Euskadi, Jon Odriozola (Oñati, 1970) regresa al tajo. Lo hace desde abajo, en Bidelan-Kirolgi, con la ilusión de crecer con él y volver al pelotón profesional. Está convencido de sus ideas y su mensaje suena convincente
El oñatiarra, junto al doctor González Aramendi, expuso sus ideas ayer en una charla titulada Un impulso al ciclismo guipuzcoano.
¿Con qué idea va a Bidelan-Kirolgi?
Con la de que esto no sea el techo del ciclismo guipuzcoano. Bidelan tiene una credibilidad, pero creo que puedo aportar mi personalidad y experiencia en el mundo profesional de cuatro años muy intensos como director. El objetivo es formar a los chavales y trasladarles lo que aprendí, sobre todo en mi época italiana, que es la que más me marcó. Incidiremos en unos valores éticos y en la formación, porque lo importante son los estudios; el profesionalismo ya les llegará si tienen facultades.
¿Es un salto adelante en su carrera o un paso atrás para coger carrerilla?
Mediáticamente es un paso atrás clarísimo, porque paso de un equipo ProTour a uno aficionado. Pero para mí es un paso adelante hacia lo que yo quiero hacer, que es trabajar conjuntamente para crear un equipo profesional aquí. Durante un año hemos trabajado para determinar si Gipuzkoa necesita ese equipo, y no hay duda. Hemos visto que existe una viabilidad empresarial y social. Tenemos la mejor afición y grandes empresas con arraigo en el ciclismo. Por un lado está la Real Sociedad, la referencia del deporte guipuzcoano, pero también el ciclismo, por todo lo que arrastra, tiene un hueco para que nos represente fuera y nos sintamos reflejados en ese equipo.
¿Hay materia prima en Gipuzkoa?
A ver... Este año he estado a punto de fichar para Bidelan al campeón luxemburgués. Fue por mediación de los hermanos Schleck, pero la pena fue que andábamos algo tarde de fechas. Aunque tú trabajes en algo de Gipuzkoa, hay que abrir las miras. Si un ciclista me va aportar calidad y experiencia, y abrir puertas en el extranjero ya sea a nivel comercial o de calendario, no voy a renunciar a él. Pero será siempre para fortalecer nuestra base y los nexos de unión con esos mercados. Un ejemplo claro es Iparralde, un concepto importante en este proyecto de Gipuzkoa, porque somos vecinos y debemos unirnos para crear un vínculo interesante para todos. En Italia tengo amigos que trabajan en proyectos similares, y sería bonito juntar esto en Italia, Luxemburgo o en China. Gipuzkoa es una fracción pequeña, pero podemos ser grandes ahí fuera. ¿Cómo encajaría este proyecto con Euskaltel-Euskadi, Movistar, Caja Rural y Orbea ahí al lado?
Cuando haces un planteamiento así no piensas en lo que hay. Esto parte de una necesidad que hemos visto. La Real es un ejemplo claro para la sociedad guipuzcoana, aunque estén Athletic, Alavés y Osasuna. Si aquí creamos un equipo profesional, lograremos que el ciclismo, que es uno de los deportes con más arraigo, sea una referencia más, un espejo para examinarnos, reflejarnos y dejarnos ver en el mundo, además de un vehículo publicitario excelente. Una empresa que apuesta por un proyecto así mata dos pájaros de un tiro: primero, apuesta por el ciclismo de casa desde su base y por dar cabida y salida a los valores y personalidad de Gipuzkoa y, segundo, tendrá el mejor vehículo para expandir su marca allá donde esté interesado, porque será adonde vaya el equipo.
¿Ha hablado con la Real?
Aún no. He hablado con empresas; son pocas, pero están de acuerdo con la idea. No quiero ir a vender biblias de puerta en puerta, sino ir a empresas realmente interesadas. Que la Real sea una de ellas sería ideal, pero antes hay otras muchas que en época de crisis deben dar pasos distintos a hasta ahora, y uno puede ser la creación de un equipo ciclista, porque está demostrado que el ciclismo es un vehículo publicitario rentable.
No habla de integrar el equipo ciclista en la Real como sucedió hace unos años con el FC Barcelona.
Yo, como oñatiarra y como guipuzcoano, tengo una idea, pero después esa idea hay que pulirla y moldearla a los intereses que tenga la firma en cuestión, ya sea la Real, una cooperativa o una empresa, privada o pública, guipuzcoana o de fuera pero con intereses aquí. Y a partir del interés común, formar la idea. Tengo muchas ganas de sacar adelante esto, y algún día iré a la Real y ojalá muestre interés. No me gustaría solo una empresa o una multinacional que quiera vender su producto, sino alguien que quiera aportar a nuestro granito de arena. Pero no voy a ir a la Real o a la Diputación a pedirles ayuda. No. Quiero buscarme la vida y atar un patrocinador para luego, con algo sólido, ofrecerles que se integren al proyecto si lo ven interesante como algo parte de Gipuzkoa.
¿Habla ya de 2012?
No pretendemos algo con mucho presupuesto para un par de años. Mejor empezar con menos pero asegurar cuatro o cinco años de viabilidad para seguir más tiempo. Veo muchas posibilidades de salir en 2012, pero no lo haremos de cualquier forma. En Gipuzkoa tenemos todo: coches, autobuses, bicis, ropa... Y es gente que me apoya, lo que me da fuerza porque el presupuesto de un equipo es grande –aunque no comparado con otros deportes–, pero si tienes el apoyo de quienes surten a ese equipo, el presupuesto es más fácil de llevar. Queremos algo como fue Tau en su día, que puso nombre al baloncesto en Álava. Y desde esa estructura profesional, invertir en la base, donde realmente hay que trabajar, ya sea en la formación, en los controles antidopaje, en biomecánica... Si hay que cambiar algo, debe ser abajo, porque arriba ya hay unas leyes y unos castigos, y ahí no hacemos nada porque todo el dinero que se invierte se lo reparten entre mucha gente, de la que se enriquecen muy pocos dejando el ciclismo muy pobre. Lo importante es creer que el ciclismo no es solo esa imagen que algunos dan arriba. Con lo de casa y desde casa se pueden hacer cosas para intentar cambiar y ser un referente.
Sería equipo continental profesional.
Sí. Pero si la situación económica nos obliga a salir con un equipo continental, no habrá problema, porque lo importante es echar a andar. La categoría continental da mucho juego para ese trabajo de formación, pero para vender el producto de una empresa es mejor invertir un poco más de dinero en una estructura continental profesional, porque va a disponer de un calendario mejor y más amplio para rentabilizar esa marca.
¿Qué plantilla se encontró en la concentración de Bidelan-Kirolgi?
Hasta ahora, quien realmente ha trabajado en la plantilla y quien más me ha ayudado para crear esta estructura es Iñaki Murua. He hablado con todos los chavales, y estas perspectivas de futuro les han incentivado al saber que si hacen las cosas bien pueden tener una salida. Yo no les conocía, pero hemos hecho unas pruebas de esfuerzo y tengo las valoraciones de González Aramendi. A mí me gusta trabajar, hacer concentraciones y entrenamientos para sacar la play station y jugar con ellos para ver lo que pueden dar en carrera. Pero el objetivo no será ganar carreras, sino formarles para que puedan cambiar el ciclismo cuando lleguen arriba. Pero al margen de esos valores y los estudios que realicen, las carreras están para dar el máximo en ellas.
En los últimos años, buena parte de los mejores aficionados de Gipuzkoa se fue a Seguros Bilbao, Caja Rural o Azpiru-Ugarte. ¿Desean romper esta tendencia? ¿La perciben así?
Yo soy nuevo, pero si te soy sincero, eso es lo que quiero que cambie. El éxito de un equipo, y más Bidelan, debe ser que la gente de aquí se quiera quedar aquí aunque reciba mejores ofertas. Para ello, aportaré todo lo que sé para que los chavales tengan una disciplina y se inculquen de unos valores, esperando que vean que están donde mejor pueden estar y defendiendo los intereses de casa.
Siempre fue consecuente con sus ideas y decisiones pero, ¿se arrepintió de dejar Euskaltel-Euskadi?
No. En Orbea estuve encantado con una gestión casi como la que voy a hacer en Bidelan, fue enriquecedor. Después pasé a Euskaltel, el equipo de referencia en Euskal Herria, y estoy muy orgulloso, porque mucha gente valoró mi trabajo. Cuando decidí salir de ahí fue de forma muy meditada. Debía afrontar otra vez la vida, pero nunca he entendido el ciclismo como un simple trabajo. Si solo estuviera aquí para ganar un dinero, habría seguido vinculado a Euskaltel, pero sabes que desde hace mucho tiempo tengo un proyecto en la mente y voy a luchar por ponerlo en marcha. Si no lo logro, me iré a otro lado, pero he caído en muy buenas manos, las de la Fundación Oreki, que ha confiado en mí y me ha ayudado mucho, sobre todo Jose Mari Garmendia e Iñaki Murua. Soy consecuente, y estoy encantado de haber llegado hasta aquí. Tengo un año de margen para trabajar y después ya veremos qué hemos logrado.
Hace dos años dejó Euskaltel, ¿un tiempo suficiente para ser olvidado?
Como ciclista no conseguí grandes logros, aunque estoy contento de lo que conseguí y, sobre todo, de haber llegado a la gente. Soy una persona sincera, y me he sentido valorado como ciclista y luego como director. Al hablar con las empresas, me he dado cuenta de que a todas les ha llegado la pasión y la ilusión con la que he trabajado. En la prensa también me habéis respaldado. Y desde la humildad que nos caracteriza a los guipuzcoanos, a mí me ha ayudado mucha gente, pero nadie me ha regalado nada. Si han pensado que puedo ser la persona que lidere esto, iré a por todas. En el ciclismo hay mucho envidioso y gente que sobra, que no sabe irse cuando le toca asumir responsabilidades. Pero demostraremos que tenemos un hueco.
¿Quién es esa gente que sobra?
(Risas) Si alguien se da por aludido... Digo que sobra gente porque el ciclismo funciona como funciona por gente que se aprovecha de él para un interés propio. Patxi Mutiloa (director de Deportes del Gobierno Vasco)_afirma que igual hay que cobrar al espectador que va a las carreras, pero lo que hay que hacer es que los que generan beneficios, ya sean equipos u organizaciones, los repartan entre los pequeños. El fútbol puede ser una referencia. Como aficionado, yo corrí en Iberdrola, de donde han salido figuras como Contador o Purito Rodríguez. Pero, como los guipuzcoanos no sacamos pecho por ello, parece que aquel trabajo no ha servido de nada. Eso hay que cambiar. Creo que en Gipuzkoa se puede crear una estructura profesional que colabore con la base ya sea con material, coches, charlas, formación, educación vial... Para que esa gente que trabaja con la base por amor al arte se vea respaldada y no se desgaste con el tiempo y lo deje sin un relevo. Y que en Gipuzkoa sigamos creyendo que el ciclismo merece la pena.
NOTICIAS DE.G.
Dos años después de poner fin a su etapa en Orbea y Euskaltel-Euskadi, Jon Odriozola (Oñati, 1970) regresa al tajo. Lo hace desde abajo, en Bidelan-Kirolgi, con la ilusión de crecer con él y volver al pelotón profesional. Está convencido de sus ideas y su mensaje suena convincente
El oñatiarra, junto al doctor González Aramendi, expuso sus ideas ayer en una charla titulada Un impulso al ciclismo guipuzcoano.
¿Con qué idea va a Bidelan-Kirolgi?
Con la de que esto no sea el techo del ciclismo guipuzcoano. Bidelan tiene una credibilidad, pero creo que puedo aportar mi personalidad y experiencia en el mundo profesional de cuatro años muy intensos como director. El objetivo es formar a los chavales y trasladarles lo que aprendí, sobre todo en mi época italiana, que es la que más me marcó. Incidiremos en unos valores éticos y en la formación, porque lo importante son los estudios; el profesionalismo ya les llegará si tienen facultades.
¿Es un salto adelante en su carrera o un paso atrás para coger carrerilla?
Mediáticamente es un paso atrás clarísimo, porque paso de un equipo ProTour a uno aficionado. Pero para mí es un paso adelante hacia lo que yo quiero hacer, que es trabajar conjuntamente para crear un equipo profesional aquí. Durante un año hemos trabajado para determinar si Gipuzkoa necesita ese equipo, y no hay duda. Hemos visto que existe una viabilidad empresarial y social. Tenemos la mejor afición y grandes empresas con arraigo en el ciclismo. Por un lado está la Real Sociedad, la referencia del deporte guipuzcoano, pero también el ciclismo, por todo lo que arrastra, tiene un hueco para que nos represente fuera y nos sintamos reflejados en ese equipo.
¿Hay materia prima en Gipuzkoa?
A ver... Este año he estado a punto de fichar para Bidelan al campeón luxemburgués. Fue por mediación de los hermanos Schleck, pero la pena fue que andábamos algo tarde de fechas. Aunque tú trabajes en algo de Gipuzkoa, hay que abrir las miras. Si un ciclista me va aportar calidad y experiencia, y abrir puertas en el extranjero ya sea a nivel comercial o de calendario, no voy a renunciar a él. Pero será siempre para fortalecer nuestra base y los nexos de unión con esos mercados. Un ejemplo claro es Iparralde, un concepto importante en este proyecto de Gipuzkoa, porque somos vecinos y debemos unirnos para crear un vínculo interesante para todos. En Italia tengo amigos que trabajan en proyectos similares, y sería bonito juntar esto en Italia, Luxemburgo o en China. Gipuzkoa es una fracción pequeña, pero podemos ser grandes ahí fuera. ¿Cómo encajaría este proyecto con Euskaltel-Euskadi, Movistar, Caja Rural y Orbea ahí al lado?
Cuando haces un planteamiento así no piensas en lo que hay. Esto parte de una necesidad que hemos visto. La Real es un ejemplo claro para la sociedad guipuzcoana, aunque estén Athletic, Alavés y Osasuna. Si aquí creamos un equipo profesional, lograremos que el ciclismo, que es uno de los deportes con más arraigo, sea una referencia más, un espejo para examinarnos, reflejarnos y dejarnos ver en el mundo, además de un vehículo publicitario excelente. Una empresa que apuesta por un proyecto así mata dos pájaros de un tiro: primero, apuesta por el ciclismo de casa desde su base y por dar cabida y salida a los valores y personalidad de Gipuzkoa y, segundo, tendrá el mejor vehículo para expandir su marca allá donde esté interesado, porque será adonde vaya el equipo.
¿Ha hablado con la Real?
Aún no. He hablado con empresas; son pocas, pero están de acuerdo con la idea. No quiero ir a vender biblias de puerta en puerta, sino ir a empresas realmente interesadas. Que la Real sea una de ellas sería ideal, pero antes hay otras muchas que en época de crisis deben dar pasos distintos a hasta ahora, y uno puede ser la creación de un equipo ciclista, porque está demostrado que el ciclismo es un vehículo publicitario rentable.
No habla de integrar el equipo ciclista en la Real como sucedió hace unos años con el FC Barcelona.
Yo, como oñatiarra y como guipuzcoano, tengo una idea, pero después esa idea hay que pulirla y moldearla a los intereses que tenga la firma en cuestión, ya sea la Real, una cooperativa o una empresa, privada o pública, guipuzcoana o de fuera pero con intereses aquí. Y a partir del interés común, formar la idea. Tengo muchas ganas de sacar adelante esto, y algún día iré a la Real y ojalá muestre interés. No me gustaría solo una empresa o una multinacional que quiera vender su producto, sino alguien que quiera aportar a nuestro granito de arena. Pero no voy a ir a la Real o a la Diputación a pedirles ayuda. No. Quiero buscarme la vida y atar un patrocinador para luego, con algo sólido, ofrecerles que se integren al proyecto si lo ven interesante como algo parte de Gipuzkoa.
¿Habla ya de 2012?
No pretendemos algo con mucho presupuesto para un par de años. Mejor empezar con menos pero asegurar cuatro o cinco años de viabilidad para seguir más tiempo. Veo muchas posibilidades de salir en 2012, pero no lo haremos de cualquier forma. En Gipuzkoa tenemos todo: coches, autobuses, bicis, ropa... Y es gente que me apoya, lo que me da fuerza porque el presupuesto de un equipo es grande –aunque no comparado con otros deportes–, pero si tienes el apoyo de quienes surten a ese equipo, el presupuesto es más fácil de llevar. Queremos algo como fue Tau en su día, que puso nombre al baloncesto en Álava. Y desde esa estructura profesional, invertir en la base, donde realmente hay que trabajar, ya sea en la formación, en los controles antidopaje, en biomecánica... Si hay que cambiar algo, debe ser abajo, porque arriba ya hay unas leyes y unos castigos, y ahí no hacemos nada porque todo el dinero que se invierte se lo reparten entre mucha gente, de la que se enriquecen muy pocos dejando el ciclismo muy pobre. Lo importante es creer que el ciclismo no es solo esa imagen que algunos dan arriba. Con lo de casa y desde casa se pueden hacer cosas para intentar cambiar y ser un referente.
Sería equipo continental profesional.
Sí. Pero si la situación económica nos obliga a salir con un equipo continental, no habrá problema, porque lo importante es echar a andar. La categoría continental da mucho juego para ese trabajo de formación, pero para vender el producto de una empresa es mejor invertir un poco más de dinero en una estructura continental profesional, porque va a disponer de un calendario mejor y más amplio para rentabilizar esa marca.
¿Qué plantilla se encontró en la concentración de Bidelan-Kirolgi?
Hasta ahora, quien realmente ha trabajado en la plantilla y quien más me ha ayudado para crear esta estructura es Iñaki Murua. He hablado con todos los chavales, y estas perspectivas de futuro les han incentivado al saber que si hacen las cosas bien pueden tener una salida. Yo no les conocía, pero hemos hecho unas pruebas de esfuerzo y tengo las valoraciones de González Aramendi. A mí me gusta trabajar, hacer concentraciones y entrenamientos para sacar la play station y jugar con ellos para ver lo que pueden dar en carrera. Pero el objetivo no será ganar carreras, sino formarles para que puedan cambiar el ciclismo cuando lleguen arriba. Pero al margen de esos valores y los estudios que realicen, las carreras están para dar el máximo en ellas.
En los últimos años, buena parte de los mejores aficionados de Gipuzkoa se fue a Seguros Bilbao, Caja Rural o Azpiru-Ugarte. ¿Desean romper esta tendencia? ¿La perciben así?
Yo soy nuevo, pero si te soy sincero, eso es lo que quiero que cambie. El éxito de un equipo, y más Bidelan, debe ser que la gente de aquí se quiera quedar aquí aunque reciba mejores ofertas. Para ello, aportaré todo lo que sé para que los chavales tengan una disciplina y se inculquen de unos valores, esperando que vean que están donde mejor pueden estar y defendiendo los intereses de casa.
Siempre fue consecuente con sus ideas y decisiones pero, ¿se arrepintió de dejar Euskaltel-Euskadi?
No. En Orbea estuve encantado con una gestión casi como la que voy a hacer en Bidelan, fue enriquecedor. Después pasé a Euskaltel, el equipo de referencia en Euskal Herria, y estoy muy orgulloso, porque mucha gente valoró mi trabajo. Cuando decidí salir de ahí fue de forma muy meditada. Debía afrontar otra vez la vida, pero nunca he entendido el ciclismo como un simple trabajo. Si solo estuviera aquí para ganar un dinero, habría seguido vinculado a Euskaltel, pero sabes que desde hace mucho tiempo tengo un proyecto en la mente y voy a luchar por ponerlo en marcha. Si no lo logro, me iré a otro lado, pero he caído en muy buenas manos, las de la Fundación Oreki, que ha confiado en mí y me ha ayudado mucho, sobre todo Jose Mari Garmendia e Iñaki Murua. Soy consecuente, y estoy encantado de haber llegado hasta aquí. Tengo un año de margen para trabajar y después ya veremos qué hemos logrado.
Hace dos años dejó Euskaltel, ¿un tiempo suficiente para ser olvidado?
Como ciclista no conseguí grandes logros, aunque estoy contento de lo que conseguí y, sobre todo, de haber llegado a la gente. Soy una persona sincera, y me he sentido valorado como ciclista y luego como director. Al hablar con las empresas, me he dado cuenta de que a todas les ha llegado la pasión y la ilusión con la que he trabajado. En la prensa también me habéis respaldado. Y desde la humildad que nos caracteriza a los guipuzcoanos, a mí me ha ayudado mucha gente, pero nadie me ha regalado nada. Si han pensado que puedo ser la persona que lidere esto, iré a por todas. En el ciclismo hay mucho envidioso y gente que sobra, que no sabe irse cuando le toca asumir responsabilidades. Pero demostraremos que tenemos un hueco.
¿Quién es esa gente que sobra?
(Risas) Si alguien se da por aludido... Digo que sobra gente porque el ciclismo funciona como funciona por gente que se aprovecha de él para un interés propio. Patxi Mutiloa (director de Deportes del Gobierno Vasco)_afirma que igual hay que cobrar al espectador que va a las carreras, pero lo que hay que hacer es que los que generan beneficios, ya sean equipos u organizaciones, los repartan entre los pequeños. El fútbol puede ser una referencia. Como aficionado, yo corrí en Iberdrola, de donde han salido figuras como Contador o Purito Rodríguez. Pero, como los guipuzcoanos no sacamos pecho por ello, parece que aquel trabajo no ha servido de nada. Eso hay que cambiar. Creo que en Gipuzkoa se puede crear una estructura profesional que colabore con la base ya sea con material, coches, charlas, formación, educación vial... Para que esa gente que trabaja con la base por amor al arte se vea respaldada y no se desgaste con el tiempo y lo deje sin un relevo. Y que en Gipuzkoa sigamos creyendo que el ciclismo merece la pena.
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