martes, 4 de mayo de 2010
JABALÍ.(GASTRONOMIA)
La pasión de Obélix por este sabroso artiodáctilo es bien conocida. Asado y acompañado de castañas resulta un manjar exquisito. El simpático guerrero galo los consumía habitualmente de dos en dos, aunque yo no recomendaría dicha dieta a nadie.
Los jabalíes son salvajes. De hecho y más concretamente se trata de “cerdos salvajes”. Sin más. Uno muy fiero mató a Adonis. En cautividad resultan difíciles de controlar, aunque hoy en día se crían con relativo éxito y en los supermercados suele haber carne de jabalí a menudo. Y también en los restaurantes. La semana pasada yo mismo estuve en uno en el que me la ofrecieron, pero me acordé de Obélix y rehusé amablemente.
El rey David tuvo un jabalí muy famoso, el legendario “Asolador de la Viña del Señor” del que tanto se ha hablado. Pero no conseguía tenerlo nunca bien sujeto y le destrozaba las cepas. Al final tuvo que deshacerse de él, ya que puestos a elegir y haciendo un inteligente uso de su proverbial buen juicio, prefirió el vino
Victor gonzalez
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