El 'Guria' resucita en la pantalla
Hoy se presenta el documental 'Azken Egunak Gurian', dirigido por Aitor Arregi. Dos años después del cierre, la emblemática taberna cobra vida de nuevo en el cine, a modo de homenaje
22.05.13 - 02:31 - :: MARIAN GONZALEZ
OÑATI. «La banda sonora del Guria se apaga, pero sus ecos resonarán en el recuerdo de varias generaciones», así despedíamos hace dos años la crónica que recogía el cierre de uno de los bares mas emblemáticos de Oñati «tras 65 años al pie del cañón». Con anterioridad hablábamos de que «hay establecimientos con tanta solera que, cuando se cierran, se llevan un pedacito de la historia de un pueblo». Quizá por ello el realizador oñatiarra Aitor Arregi, nominado en dos ocasiones a los premios Goya, con el largometraje documental 'Lucio' y el filme de animación 'Glup', quiso rendirle su particular tributo. Retratar ese pedacito de historia común, de patrimonio social y llevarlo al celuloide en forma de documental para disfrute no solo de los que hicieron del Guria su 'txoko', también para las futuras generaciones.
Durante los últimos meses del Guria entrevistó a la familia Azpiazu, los trabajadores del bar, clientes habituales, asistió a los recitales y actos de homenaje programados, y con todo ese material ha dado forma a 'Azken Egunak Gurian', un documental de 40 minutos que hoy se presenta, a las 20.00 horas, en Kultur Etxea.
Será un acto abierto a todos los públicos, que constituye un último homenaje a la andadura de la taberna que Eduardo Azpiazu abrió el 24 de mayo de 1946 tras cerrarse el negocio de pinturas familiar.
Sus rústicas paredes fueron testigo del nacimiento del club deportivo Aloña Mendi, recogieron el espíritu del gaztetxe tras su clausura hace 27 años, y vibraron con infinidad de actividades culturales y conciertos. Gari, Sorkun, Petti, Ruper Ordorika, Mursego, Jabier Muguruza, Angel Unzu o Quimi Portet fueron algunos de los últimos artistas que tocaron en el Guria.
Proyecto personal
Aitor, en la actualidad profesor de comunicación audiovisual en Mondragon Unibertsitatea, ha realizado el documental en su tiempo libre «con mucho mimo» y espera que sea del gusto de la gente.
El aire bohemio y autóctono con el que el decorador catalán Miguel Morris impregnó el local cuando se reformó en 1964 le convirtieron en un txoko singular que algunos calificaban incluso como «pequeño museo». Y eso que cuando Esperanza Elizondo (que fue el alma de la taberna desde que en 1977 falleciera el cabeza de familia), vio el resultado de la obra, se enfadó con su marido «porque había mucha madera y eso exigía mucho trabajo».
«Siempre mantuvo vivo el espíritu del aita, la pizarra deportiva, los partidos de la radio, la música... pero acabó impregnando su propio estilo al local. Nunca quiso televisión porque decía que acabaría con las tertulias», explicaban Antón, Klementx, Virginia, Aran y Agurtzane, los cinco hijos del matrimonio, que también dejaron su impronta, porque al final el bar creció junto a ellos, con sus ritmos e inquietudes.
Todos se criaron en la taberna familiar, ponían los txikitos encima de una caja, y desde sus dos entradas vieron como iban desapareciendo verdaderas instituciones de la hostelería que podemos llamar de a pie. El cierre del bar les volvió a dejar huérfanos, pero decidieron despedirse con una sonrisa en los labios y una gran fiesta de agradecimiento y homenaje.
Dos años después, el espíritu del Guria y el homenaje al que se sumaron muchos oñatiarras los últimos meses, salta a las pantallas, para que el tiempo no borre ese pedacito de la intrahistoria oñatiarra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario