El juez sostiene que tres responsables de la empresa no adoptaron todas las medidas de seguridad exigidas
13.02.12 - 02:58 - EFE
SAN SEBASTIÁN.
El director general, el director de fábrica y una técnico de prevención de una empresa de Oñati han sido condenados a un año de cárcel y a pagar multas de entre 630 y 900 euros como responsables de la muerte de un operario que falleció en 2008, tras ser atrapado por la máquina en la que trabajaba.
Según la sentencia del caso los hechos ocurrieron sobre las 11.00 horas del 18 de octubre de 2008, cuando el fallecido observó «alguna anomalía» en el banco con el que trabajaba en el estirado de unos tubos metálicos, por lo que decidió entrar en la máquina sin apercibirse de que, al pulsar el botón de parada en el cuadro de mandos erró, por lo que el aparato no paralizó su actividad y se mantuvo en modo automático.
De esta manera, cuando el empleado «se encontraba en la zona de trabajo del carro de estirado y de espaldas al mismo» el banco reanudó su marcha y lo atrapó «entre la zona de hileras y el propio carro», lo que le ocasionó lesiones que produjeron su fallecimiento y que podrían haberse evitado «de haberse adoptado por parte de los tres acusados las medidas de seguridad legalmente exigidas.
La sentencia recuerda que la empresa era conocedora de «los riesgos de la tarea» que desempeñaba el operario y por ello solicitó en el año 2007 un informe para «identificar los riesgos de los equipos de trabajo, valorarlos y proponer las acciones correctoras» correspondientes.
Recuerda asimismo que, en la planificación de la actividad preventiva para 2008, la empresa incluyó «la ejecución de medidas necesarias para la adecuación» de la máquina en la que ocurrió el accidente, si bien éstas «aún no se habían realizado» cuando ocurrió el siniestro. El texto critica el hecho de que, a pesar de que los tres acusados tenían «conocimiento» de esta circunstancia, «no decidieron parar la actividad de la máquina».
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