La Universidad de Oñati es uno de los puntos de interés para los visitantes. / JOSÉ MARI LÓPEZ |
Con las manos en el volante de su autocaravana. La mirada fija en la
carretera. A su lado, una mujer que duerme. El sol nace entre montañas y
la luz del amanecer despierta a los niños que van sentados detrás.
Entre legañas y bostezos llegan al Alto Deba.
Ésta puede ser una estampa que hayan vivido los turistas que han visitado nuestros parajes en lo que va de verano. La mayoría provienen de Cataluña, mientras que la mayoría de los internacionales proceden de Francia. Así lo indican por lo menos en las oficinas de turismo de la zona, que ofrecen su servicio estrella a los visitantes, las visitas guiadas.
La primera parada puede ser en Bergara, la villa monumental que sorprende al visitante. El plato fuerte de la localidad son las visitas guiadas a la Parroquia de San Pedro, un recorrido de una hora de duración. En la oficina de turismo se muestran «muy contentos con los datos, a pesar de no tener cifras concretas, parece que el número de visitas ha ascendido. La mayoría de turistas se acercan siguiendo una ruta ya marcada y Bergara, cómo no, es una parada obligatoria». Además, la villa bergaresa ofrece un amplio abanico de alojamientos, desde hostales a aparcamiento para autocaravanas en Labegaraieta.
Sin embargo, «el turismo local ha descendido en Bergara por lo que estamos planteando realizar nuevas visitas guiadas», afirman desde Turismo. Por ello, para el año que viene están trabajando en un recorrido que enseñará los jardines de la villa, «recorrerá 8 zonas verdes, muchas de ellas con un gran valor histórico» que serán recordadas gracias a los guías que serán los encargados de contar todos los detalles.
Después de descansar en la localidad y desayunar los típicos rellenos y tostones bergareses; la segunda parada sería Oñati, la villa chocolatera. Bautizadas con el nombre Sancti Spiritus la oficina de turismo ha organizado visitas guiadas tanto para conocer la Universidad como para adentrarse en la parroquia San Miguel. «Diferenciamos dos grupos, en primer lugar las reservas de grupos grandes y, por otro, los que asisten a las visitas en los horarios que hemos establecido -a las 12.00 y a las 17.00 horas todos los días- a las que se acercan familias al completo, parejas...», aseguran desde el área de turismo.
La mayoría de visitantes en Oñati también provienen de Cataluña, y en la oficina de turismo tiene la posibilidad de ser atendidos en catalán. «En caso de que lo pidan las visitas guiadas se realizan en catalán sin ningún problema». Los turistas no pueden olvidar degustar el chocolate oñatiarra, será un pecadito veraniego.
De dulce a salado
Tras lo dulce viajamos a lo salado, una parada en Leintz-Gatzaga. El museo de la sal ofrece visitas guiadas los fines de semana y también durante los días festivos, uno a las 12 y otro a las 13.00 horas. A pesar de que «es un lugar de paso son muchos que con la excusa de alojarse en el hotel realizan una visita al museo» y aquí también «la mayoría son de Cataluña. Sin embargo, son muchos los que se acercan a pasar el día de lugares cercanos» probablemente por causa del tiempo, que no deja disfrutar de nuestras playas, aseguran desde la oficina de turismo.
Las primeras impresiones respecto al turismo recibido en el Alto Deba parecen ser buenas. Por lo menos desde las oficinas de turismo se muestran contentos con la acogida que han tenido sus visitas guiadas.
Ésta puede ser una estampa que hayan vivido los turistas que han visitado nuestros parajes en lo que va de verano. La mayoría provienen de Cataluña, mientras que la mayoría de los internacionales proceden de Francia. Así lo indican por lo menos en las oficinas de turismo de la zona, que ofrecen su servicio estrella a los visitantes, las visitas guiadas.
La primera parada puede ser en Bergara, la villa monumental que sorprende al visitante. El plato fuerte de la localidad son las visitas guiadas a la Parroquia de San Pedro, un recorrido de una hora de duración. En la oficina de turismo se muestran «muy contentos con los datos, a pesar de no tener cifras concretas, parece que el número de visitas ha ascendido. La mayoría de turistas se acercan siguiendo una ruta ya marcada y Bergara, cómo no, es una parada obligatoria». Además, la villa bergaresa ofrece un amplio abanico de alojamientos, desde hostales a aparcamiento para autocaravanas en Labegaraieta.
Sin embargo, «el turismo local ha descendido en Bergara por lo que estamos planteando realizar nuevas visitas guiadas», afirman desde Turismo. Por ello, para el año que viene están trabajando en un recorrido que enseñará los jardines de la villa, «recorrerá 8 zonas verdes, muchas de ellas con un gran valor histórico» que serán recordadas gracias a los guías que serán los encargados de contar todos los detalles.
Después de descansar en la localidad y desayunar los típicos rellenos y tostones bergareses; la segunda parada sería Oñati, la villa chocolatera. Bautizadas con el nombre Sancti Spiritus la oficina de turismo ha organizado visitas guiadas tanto para conocer la Universidad como para adentrarse en la parroquia San Miguel. «Diferenciamos dos grupos, en primer lugar las reservas de grupos grandes y, por otro, los que asisten a las visitas en los horarios que hemos establecido -a las 12.00 y a las 17.00 horas todos los días- a las que se acercan familias al completo, parejas...», aseguran desde el área de turismo.
La mayoría de visitantes en Oñati también provienen de Cataluña, y en la oficina de turismo tiene la posibilidad de ser atendidos en catalán. «En caso de que lo pidan las visitas guiadas se realizan en catalán sin ningún problema». Los turistas no pueden olvidar degustar el chocolate oñatiarra, será un pecadito veraniego.
De dulce a salado
Tras lo dulce viajamos a lo salado, una parada en Leintz-Gatzaga. El museo de la sal ofrece visitas guiadas los fines de semana y también durante los días festivos, uno a las 12 y otro a las 13.00 horas. A pesar de que «es un lugar de paso son muchos que con la excusa de alojarse en el hotel realizan una visita al museo» y aquí también «la mayoría son de Cataluña. Sin embargo, son muchos los que se acercan a pasar el día de lugares cercanos» probablemente por causa del tiempo, que no deja disfrutar de nuestras playas, aseguran desde la oficina de turismo.
Las primeras impresiones respecto al turismo recibido en el Alto Deba parecen ser buenas. Por lo menos desde las oficinas de turismo se muestran contentos con la acogida que han tenido sus visitas guiadas.
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