
El caso es que hice unos cuantos cientos de fotos parecidas a estas y después me deshice de casi todas (así es la fotografía digital, efímera como las nubes). Me decidí a hacerlas después de leer uno de los libros más bonitos y sorprendentes que había caido en mis manos en los últimos años: “Guía del observador de nubes” de Gavin Pretor-Pinney. Un señor inglés que ha fundado una sociedad dedicada a la exaltación y defensa de las nubes: “The Cloud Appreciation Society”.


Las estelas de condensación de los aviones son en la práctica nubes, con las únicas diferencias con respecto a las “naturales” de que son rectilíneas y creadas por el hombre. Una forma moderna de lo natural, dejando aparte el hecho de que son bastante dañinas para el medio ambiente... pero ese es otro tema. Según Pretor-Pinney, en contraposición a la belleza orgánica, caótica y barroca de las nubes naturales, las estelas poseen “la simplicidad abstracta de un Mondrian”. Lean el libro. Les gustará.
VICTOR GONZALEZ.
No hay comentarios:
Publicar un comentario