jueves, 26 de agosto de 2010

¡QUE CALOR....!

Aunque hay que aprovechar los días de calor, que no son muchos por esta geografía, cuando el sol aprieta como ayer todo es poco con tal de esquivar el aire que abrasaba nada más poner un pie en la calle. Porque una cosa es una jornada típica de verano y otra el sofoco que a Gipuzkoa le tocó soportar. Hasta 36 grados marcaron los termómetros en Mondragon, probablemente la localidad donde más calor pasaron ayer en el territorio, a falta de las comprobaciones oficiales. No fue, sin embargo, el récord de este verano, que se batió el pasado fin de semana con casi 40 grados.
El registro puede no asustar a quienes prefieren los aires saharianos a la brisa cantábrica; lo curioso de la jornada de ayer es que el mercurio escaló hasta esa marca récord desde un valor más bien fresco y en pocas horas. En Arrasate, por ejemplo, de los 13 grados de primera hora de la mañana se pasó a los 36 a mediodía, según los datos ofrecidos por la Agencia Vasca de Meteorología. En Donostia también amanecieron con una temperatura agradable (15 grados), que invitaba más bien a cubrirse los hombros con una chaqueta, espejismo de lo que iba a deparar la jornada. Más de uno puso en duda el acierto de las predicciones meteorológicas al levantarse de la cama.
Pero el calor llegó y vaya si llegó. El brusco ascenso térmico se debió a la entrada de una masa de aire cálido, la misma que está afectando al resto de la Península y que dejó ayer registros de hasta 44 grados en varios puntos de Andalucía. Sin llegar a valores tan extremos, en el territorio guipuzcoano las zonas más expuestas al intenso calor fueron las localidades del interior, especialmente las que se encuentran en valles poco ventilados, como Zumarraga, Aretxabaleta y el Goierri, señaló Margarita Martín, directora de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en el País Vasco.
En la costa, aunque no se alcanzaron marcas tan altas, la ausencia de brisa acentuó la sensación de bochorno. En el observatorio meteorológico de Igeldo el valor máximo fue de 29,9 grados, muy cerca de los 30,6 de máxima contabilizados el pasado fin de semana, el pico de calor más alto en lo que va de temporada. En el aeropuerto de Hondarribia se rozaron los 29 grados, también por debajo de la anterior marca del verano, 29,8 grados registrados el pasado 1 de julio. El hecho de que no se haya batido este valor apenas en un par de jornadas indica, según los meteorólogos, que estamos ante una temporada atípica en lo que a valores máximos se refiere, porque lo habitual es que se superen los treinta grados en más de una ocasión a lo largo del estío.
HOY SE MANTIENE LA ALERTA
Como siempre que calienta el sol, las playas y piscinas fueron el mejor refugio contra el calor, aunque los menos afortunados tuvieron que conformarse con el chorro de aire acondicionado sobre su mesa de trabajo o pelearse por un trozo de sombra en la parada del autobús. Hubo incluso quien echó mano del paraguas para cobijarse de los rayos de sol.
No habrá tiempo de tomarse un respiro porque hoy se calcarán prácticamente las mismas escenas. Euskalmet mantiene la alerta amarilla, el primer nivel de la escala de avisos meteorológicos, ya que las máximas también superarán los 36 grados en el interior y los 32 grados en el litoral. Aemet, que ayer no elevó la alerta, sí lo hace para hoy en todo Euskadi.
Aunque parezca imposible de superar, el día más sofocante se vivirá hoy en varios puntos de la geografía vasca, especialmente en las localidades del Valle del Ebro, mientras que en el sur y en el centro peninsular lo será el fin de semana.
Las temperaturas máximas se registrarán en el Valle del Guadalquivir, en donde «fácilmente se alcanzarán los 42 grados e incluso valores superiores -de 43 a 44 grados- en puntos de Sevilla, Córdoba y Jaén», añadieron fuentes de Aemet. Una docena de provincias estarán en alerta naranja (riesgo importante), sobre todo de Castilla-La Mancha, Andalucía y Aragón; ayer sólo Jaén y Sevilla pasaron la jornada en ese mismo nivel de riesgo.

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