SANTA MARÍA JOSEFA DEL CORAZÓN DE JESÚS SANCHO DE GUERRA (1842-1912) nació en Vitoria, España, siendo la primera hija de un fabricante de sillas.
A la edad de siete años quedó huérfana. Luego de su Primera Comunión, su madre, que deseaba lo mejor para ella, la manda a Madrid con unos parientes para que ahí completase sus estudios.
María Josefa se muestra siempre conmovida por los pobres y los enfermos, y siente el llamado de la vocación religiosa. Sin embargo, una enfermedad le impidió ingresar en 1860 con las Hermanas Concepcionistas Contemplativas de Aranjuez, y cuando entró al Instituto de las Siervas de María, graves dudas le acometieron antes de profesar.
Sintiendo que Dios la llamaba a una actividad mayor que la que el retiro le ofrecía, decidió abandonar el Instituto y enfocar su vocación hacia la ayuda a los enfermos. Bajo una rigurosa austeridad fundó entonces en Bilbao en 1871 la Congregación de las Religiosas Siervas de Jesús.
Inculcó a las religiosas la caridad recíproca y hacia los pobres y enfermos. Brilló por la marcada devoción a la Eucaristía, al Sagrado Corazón de Jesús y a la Virgen, por la solidez de su fe, el ardor de la caridad, el vigor de la esperanza y el profundo espíritu de oración.
Tras una larga y dolorosa enfermedad, murió en Bilbao en 1912; su tumba se encuentra en la Casa de las Siervas de Jesús de esa ciudad.
Fue canonizada por el papa Juan Pablo II en 2000.
SANTA MARÍA JOSEFA DEL CORAZÓN DE JESÚS SANCHO DE GUERRA nos enseña la importancia de ayudar a los enfermos.
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