lunes, 17 de noviembre de 2014

Evaristo


"Tengo muchos miedos; no soy el valiente que parezco en el escenario"



El sábado, falleció Jul de RIP sobre el escenario. Evaristo, el de La Polla, el de Gatillazo, fue su compañero en The Kagas. El alavés habla de muerte y vida en su libro que se publica hoy. Ediciones Desacordes pone a la venta desde Vallecas un curioso diario escrito bajo el título ‘Cuatro estaciones para la locura’

 Iban Gorriti - Lunes, 17 de Noviembre de 2014 - Actualizado a las 06:02h

Evaristo muestra en este libro su lado más personal.
Evaristo muestra en este libro su lado más personal. (José Ramón Gómez)


bilbao - Tras Evaristo hay dos apellidos: Páramos Pérez. Deben ser estos los que desnudan al literato gracias a su boli, quien quiere, pero le cuesta hablar de sus emociones y vértigos. La bestia de escenario lo afronta con inesperada timidez a la que vence con carcajadas y, así, cita a su padre -él también lo es- , desvela sus miedos... Nacido en Tuy en 1960, se aferra a la vida más allá de ser el personaje que le distancia en el primer encuentro. “Cuando dejan de verte como El Evaristo, ya todo fluye más fácil, como debe ser”, reivindica.
Pone en circulación un libro ‘desacorde’ a lo que vemos en usted.
-Es una especie de diario que empecé el otoño pasado.
¿Evaristo en qué ‘Páramos’ literarios se encuentra como el Txus de La Polla por los bares?
-En la novela histórica, que no tiene que ver con lo que hago.
¿Dónde hay más locura: en sus libros o en sus canciones?
-En los libros. Las canciones son el momento. Hay más locura en el libro. Al no tener maestros, lo hago a lo tonto y la cabeza se va a lo que llaman locura. Es un estado en el que se está cómodo.
¿Se siente más libre cantando o escribiendo?
-Escribiendo. Las letras de canciones tienes que meterlas en un tono o en unos tiempos.
Arriesga más. Sus seguidores se llevarán sorpresa...
-Sí, ¡un chasco! (Risas). Esta vez, estamos avisando. Lo que va dentro no es el tipo que canta; es otra historia.
¿Quién es el tipo que va dentro?
-Lo que considero que soy. Dónde anda mi cabeza. Es destriparte un poco y enseñarlo, un poco porno.
Porno... y le ‘leo’ un poco zen.
-¡Sí! Algunos colegas me querían enseñar meditación. Yo quería aprender, pero pegaba mal este mundo del rock con el kung fu y este tipo de movidas.
Leyéndole, cabe preguntarle si su mente es un zoológico. ¿Es
usted muchos animales en uno?
-Sí. Los hay en las culturas de los indios de América. Todo el tema totémico y así.
Se desnuda con frases como “antepasado también es mi viejo, que hasta hace nada no lo era y antepasado seré yo si algún día, algún descendiente me recuerda”.
-Uno también tiene días tontos. No debiera decirlo delante de la gente, pero sale...
¿Por qué no? Vamos, que ha llegado a emocionarse.
-Sí. En alguna cosa, pero más al releerlo, ¿eh? Es descriptivo, un texto muy frío. Son pajeos que me daban por la mañana. Y con el punto loco de darlo todo como mágico o así. Mis horas favoritas son esas entre las que va a amanecer. ¡Parece mentira, con lo que ha sido uno!
Su hijo Ibai le llamó para felicitarle el Día del Padre cuando le entrevistaban en una radio. ¿Padrazo?
-No lo sé. No sé si fue un juego o quería felicitarme. Yo creo que sí quería felicitarme.
Algo bueno habrá hecho...
-No lo sé, no jodas... ¡Eso sí que es muy fuerte como para que salga escrito! (Risas).
¿Usted felicitaba a su padre?
-No, no; no era una costumbre familiar. En nuestra casa no.
Escribe: “Soy una sombra sin prisa”. No conozco cantante que viva tanto el escenario como Evaristo. ¿Es en los conciertos cuando no tiene prisa?
-Eso lo escribí de gira en América. Íbamos para quince días y cinco conciertos. Al final, se quedaron en dos. Tuvimos muchos días muertos para escribir hasta subir al avión.
¿Qué diría a sus seguidores que piensen “menudas jartadas se ha ‘marcao’ el Evas”?
-¡Que tienen toda la razón! He escrito lo que me ha dado la gana.
En ‘Estaciones’ construye un mundo unido a culturas ancestrales. ¿Ha sido un mecanismo de defensa para no hablar de Barcina, Podemos, tarjetas ‘black’ o del aún coleante rifirrafe de seguidores de La Polla versus los de Eskorbuto?
-Claro, es que todas esas cosas son lo que canto. Lo de La Polla versus Eskorbuto no sé dónde puede haber esa mentalidad.
Foros de internet aún tratan de enfrentarlos a día de hoy...
-De Eskorbuto murieron dos y queda uno con el que todavía me hablo. De ese tipo de temas también se puede escribir, pero yo quería hacer esto: un ejercicio de disciplina personal para escribir.
¿En qué estación vive Gatillazo tras el disco ‘Esclavos del Siglo XXI’?
-¿En la madurez qué estación puede ser? ¿Finales del verano? (Risas). ¡Llegando al otoño! Pero en verano, eh, de puta madre.
¿Qué andan maquinando?
-Andamos intentando juntarnos porque con los trabajos de todos es una locura. Intentamos juntarnos con un montón de ideas nuevas. El otro día quedamos y no aparecimos todos por curros.
Me dijo que detestaba los ordenadores. ¿Ha escrito el libro a mano?
-A boli. Me he buscado una secretaria para que lo pase al ordenador.
¿Cómo?, ¿con secretaria? ¡Evaristo está hecho un burgués!
-Sí, sí, con secretaria, pero no te voy a entrar al trapo y... no te voy a decir quién es. (Risas). ¡No me jodas!, ¿eh?
Vayamos, entonces, a otros ‘campos’. El Celta era séptimo la pasada jornada; el Athletic, undécimo, y la Real, decimoquinta.
-Lo siento por ellos. En el Celta sabemos qué es estar sin trabajo y qué es descender. Cuando el Athletic y la Real se quejan, yo me meo de la risa. Ser del Celta es más duro.
¿Evaristo tiene miedo a algo, a ‘Un minuto de libertad’, como canta?
-A todo. Según pasan los años más. Soy miedoso. Nunca he sido muy valiente, en el escenario puede parecerlo, pero eso es todo mentira.
Sufre vértigo.
-Sí, y temo a la muerte. Últimamente... Pensaba que no, pero la temo según se va arrimando, me asusta y es algo que me asquea.
El rock radical vasco tiene demasiados músicos en los cementerios.
-Llevan años en los cementerios. No solo músicos, sino de la generación nuestra. En las fotos hay más gente tachada que no. Y yo sé que pronto llegará. (Risas).
Pero si es todo energía, como las pilas, alcalino.
-Pero también se acaban de repente. Qué bueno estaba y se murió. Eso te da ganas de hacer más cosas.
¿Dónde estaba en 1977 y dónde el 13 de junio de 1960?
-En el 77, en el garaje Uriarte de Salvatierra leyendo una revista sobre punk con uno de pelo naranja, el Txoni Rotten. (Risas). Y aquel 13 de junio en la casa donde nací que estaba como en ruinas .
¿Por qué sus grupos son tan genitales: La Polla, The Meas, The Kagas, Gatillazo...?
-Lo de The Kagas y The Meas era lo de aquí se caga, aquí se mea y quien tiene tiempo se la menea. Estaba yo con Iñaki de Arrasate, de estudios Shot, de Gose, y le llevaba veinte nombres de grupo cada día. Un día me dijo: ¡Vamos a llamarlo La Polla Fracasó o Falló La Polla, eso es un Gatillazo y no se hable más! . Y así fue. Fue porque a él le dio la gana.
Se está dando crema a un tatuaje nuevo. ¿Es mejor que los que le hacen en Argentina?
-Ni mejor ni peor, pero los de Argentina me los hacían gratis por ser El Evaristo. Aquí, eso no me vale.

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