Urbanismo con perspectiva de género
El Ayuntamiento ha encargado un estudio a la Consultoría Farapi para que las mujeres aporten su visión. Se desarrollará a lo largo de seis meses con encuestas, reuniones, talleres y la elaboración de un informe con mejoras y posibilidades
07.12.13 - 00:28 -
:: MARIAN GONZALEZ | OÑATI.
Calles . Viuda de Apaolaza, la única mujer que no es santa del callejero, se llamaba María Irizar. :: MARIAN |
Hacer realidad calles, plazas, lugares... «con perspectiva de género» no requiere según los estudios de grandes inversiones, sino de conciencia y determinación para llevar a la práctica políticas urbanísticas. A veces, tan sencillas, como diseñar aceras anchas, iluminar bien las calles o diseñar espacios diáfanos, seguros y accesibles. No simples lugares de paso.
Con ese objetivo el Ayuntamiento, a propuesta de la comisión de igualdad, va a estudiar los próximos seis meses cómo está construida la villa desde el prisma femenino. «Se trata de conseguir un pueblo más agradable para las mujeres, un lugar que responda a las necesidades cotidianas de la pluralidad de sus habitantes y que favorezca la conciliación familiar y laboral» explica la técnico de igualdad Ainhoa Moiua.
Cuestiones tan sencillas como escoger un suelo adecuado que facilite el desplazamiento de un carrito, o la posición de los bancos de forma que miren -si existen calles secundarias- hacia éstas por seguridad, o a la disposición de árboles y de todos los elementos de un espacio donde también entran los colores y las formas, para que inviten a pasear, a usar ese lugar, a hacerlo propio fomentándolo como punto de encuentro, son ejemplos del urbanismo de género.
Aumentar la seguridad real y la percibida y favorecer la movilidad peatonal son otros recursos para acabar con los 'puntos negros' para las mujeres.
Identificarlos será precisamente otro de los cometidos de la Consultoría de Antropología Aplicada Farapi, que el próximo día 17, llevará a cabo un estudio a pie de calle. «Vamos a visitar a diferentes grupos y colectivos femeninos, a jóvenes, jubiladas, amigas que estén tomando algo en un bar, gente que esté haciendo la compra... para que den su opinión , y nos ofrezcan un mapa de los lugares donde se sienten más seguras y los puntos negros. Hablaremos sobre la forma en que viven la calle, el urbanismo» relata Moiua.
Otro puntal importante de este proyecto son los profesionales, porque en muchos casos este tipo de estudios se quedan en una mera declaración retórica de intenciones. Lo ideal es que fuera algo intrínseco, de forma que se aplicase en los proyectos al igual que ahora se aplica la sostenibilidad o la accesibilidad, y que los departamentos de igualdad, urbanismo y servicios caminen de la mano en los talleres programados.
Entre otros aspectos, se analizarán las Normas Subsidiarias desde el punto de vista de género para realizar propuestas y actuaciones de mejora.
«La forma en que una mujer vive la ciudad es distinta a la de un hombre, por lo tanto lo que percibe también es diferente. Se trata pues de aprovechar esta diferente percepción fruto de una distinta relación, para mejorar el municipio en beneficio de todos -explica Moiua.
Hay que tener en cuenta que las mujeres son, mayoritariamente portavoces, no solo de sus propias necesidades, sino también de las personan a las que cuidan como niños o ancianos».
Normas subsidiarias
En el Reino Unido, los Ayuntamientos están obligados a incluir la igualdad (por género, edad, etnia y discapacidad) en la formulación de sus planes urbanísticos. En Oñati, no han querido ser menos y el Ayuntamiento invita a las mujeres a participar en el proceso participativo en marcha y a «trasladar propuestas e ideas para mejorar su realidad urbana cotidiana».
Con los datos obtenidos, Farapi , que se ha adjudicado el estudio con un presupuesto de 18.000 euros, elaborará un mapa de puntos negros, un diagnóstico de la situación, propuestas y su adecuación a las Normas Subsidiarias del Municipio incorporando la sensibilidad femenina en el diseño de Oñati.
De momento, se ha conformado una comisión especial de seguimiento formada por la técnico y la concejal de igualdad, el arquitecto municipal, el responsables de servicios y técnicos de Farapi. El día 17, arrancará la fase de calle propiamente dicha, y luego habrá una serie de talleres dentro de un proceso de participación ciudadana. «El objetivo es crear una ciudad más amigable, buscando mejoras en el entorno urbano materializando las propias sugerencias de las mujeres» destacan.
De esta forma, las vecinas identificarán los 'puntos negros' y sugerirán obras de mejora, además de señalar las zonas que a su juicio deberían estar mejor iluminadas o las que requerirían mejoras en la accesibilidad, más zonas verdes u otros recursos urbanísticos dirigidos a «humanizar» el entorno.
Las reuniones que se celebrarán permitirán analizar la realidad del municipio en todos los sentidos. «Queremos identificar necesidades, problemas, centros de interés y oportunidades de mejora en relación a la igualdad» concluye Moiua.
El objetivo es conseguir un pueblo que sea más amigable y se ajuste mejor a las necesidades de todos en cuanto a equipamientos, mobiliario urbano, distribución de la ciudad, características de las viviendas de nueva construcción y diseño urbano, «que nos permita sentirnos a todos más seguros».
No hay comentarios:
Publicar un comentario