La basílica de Letrán es la catedral del Papa como obispo de Roma. Fue erigida por el emperador Constantino, hacia el año 330, durante aquellos pocos años de euforia que conoció la Iglesia al salir de la gran persecución, antes de padecer los embates del arrianismo, que negaba la divinidad de Jesucristo. Se vieron entonces surgir por todos los pueblos iglesias, hacia las que convergían gozosas las muchedumbres para celebrar su dedicación. La basílica de Letrán vio desarrollarse, a lo largo de dieciséis siglos, muchos acontecimientos.
Ante todo, conviene recordar aquellas noches pascuales de los siglos IV y V, cuando los romanos se fueron agregando por millares al cuerpo de Cristo, recibiendo el bautismo y la confirmación en el baptisterio, y celebrando la Eucaristía pascual en la basílica.Hoy día, el Papa celebra en Letrán la misa de la tarde del jueves santo, en el transcurso de la cual renueva el gesto de Cristo de lavar los pies a sus discípulos. El sucesor de Pedro es, al mismo tiempo, obispo de Roma y obispo de la Iglesia católica. Ambos ministerios son inseparables. Por esta razón, todas las Iglesias de rito romano diseminadas a través del mundo tienen como cosa propia el celebrar el misterio de la única Iglesia de Cristo en la fiesta de la dedicación de la catedral de Roma.
viernes, 9 de noviembre de 2012
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