Hoy, 13 de marzo, conmemoramos a San HUBERTO, Obispo.
SAN HUBERTO (¿657?-727) nació probablemente en Tolosa de Languedoc, Francia, en el seno de una noble familia merovingia, hijo de Bertrán, duque de Aquitania.
Como todos los jóvenes de su edad y condición en esa época, Huberto era muy aficionado a la cacería. En 682 se casó en Metz con Floribana, hija del conde de Lovaina. Su hijo Floriberto, al igual que él mismo, llegaría a ser obispo de Lieja.
Huberto dedicaba toda su vida a las fiestas y al entretenimiento, descuidando sus deberes religiosos, pero una visión que tuvo le hizo cambiar radicalmente de vida.
Era un Viernes Santo cuando había salido de cacería. Se apartó del grupo para perseguir a un venado, pero en medio del bosque el animal se volteó y lo encaró. Entonces San Huberto vio entre sus astas una Cruz luminosa que lo sobrecogió. Enseguida oyó una voz que le recomendaba ordenarse como sacerdote.
Huberto acudió con San Lamberto, quien era obispo de Mastrich, y se convirtió en su director espiritual. San Huberto renunció entonces a sus títulos nobiliarios, y sus riquezas las distribuyó entre los pobres.
En 708, cuando se encontraba en Roma en una peregrinación, llegó la noticia de que el obispo Lamberto había sido asesinado. El papa nombra entonces a San Huberto como su sucesor.
Siendo obispo, cambió su sede de Mastrich a Lieja, instaurando las bases para el crecimiento de esa ciudad. Se le recordó siempre por su austeridad y por la devoción de sus oraciones.
Falleció en Brabante, pero fue enterrado en Lieja. San Huberto es el santo patrono de los cazadores, los matemáticos, los ópticos y los metalúrgicos.
SAN HUBERTO nos recuerda que la presencia de Dios está en todos los seres vivos.
miércoles, 13 de marzo de 2013
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