La prueba reina del 'Infierno cántabro' combina natación (10 km), cross (75 km) y BTT (110 km)
Completó las tres exigentes pruebas de ultraresistencia en 20 horas y 17 minutos
«He cumplido un sueño, ha sido la carrera de mi vida», así calificaba ayer Argider Isasti la machada que protagonizó en 'Los 10.000 del Soplao', y más concretamente en la 'Soplaoman', la prueba reina de ultra resistencia del Estado.
Argider no cabía en su gozo, y no es para menos, porque la cita más dura del denominado 'infierno cántabro', no está al alcance del común de los mortales. Solo 31 'locos' disputaron la carrera que combina la natación en aguas abiertas (10 km), la ruta a pie (75 km) y la mountain bike (110 km), y el objetivo inicial de Argider era terminar.
«Había corrido nueve Ironman hasta la fecha, incluido el de Lanzarote, y pensé que el décimo tenía que ser especial. El 'Soplaoman' es el mayor desafío, las tres disciplinas son más exigentes que las del tradicional formato Ironman, y decidí ponerme a prueba.
Ni se me pasó por la cabeza que pudiera ganar, más teniendo en cuenta que en la prueba de natación disputada en la playa de Merón, de San Vicente de la Barquera, acabé a casi una hora del primer clasificado, el alicantino Rubén Fernández. Fue una prueba muy dura, se produjeron los seis primeros abandonos y finalicé decimotercero, con un tiempo de 4 horas y 17 minutos».
Pero todavía había mucho camino por recorrer desde esa misma noche , y la clasificación podría sufrir un vuelco. 75 kilómetros de distancia a pie, compartiendo salida con los participantes en la ultramaratón, era el siguiente desafío, y Argider estuvo a la altura.
«Más o menos la mitad de la prueba me di cuenta que iba bien, tenía buenas sensaciones, y pensé que sería bonito hacer un buen tiempo». Cumplió y completó el recorrido de montaña en menos de nueve horas. Pero al alcanzar la meta de Cabezón de la Sal, mientras los participantes de la ultramaratón festejaban el final, los 'Soplao man' afrontaban sin tiempo para descansar, la tercera prueba solo para para los más valientes: una ruta en bicicleta de montaña de 110 kilómetros para conseguir, al fin, el merecido descanso.
Voló sobre la bici
La BTT es el punto fuerte de Argider y lo dejó claro. «Pensaba en hacer un buen tiempo, no en ganar, porque tenía un desventaja de más de 45 minutos sobre el segundo clasificado de las primeras dos pruebas. Al llegar me dijeron que había marcado el récord del tramo de bicicleta, que había volado, pero yo no las tenía todas conmigo. La gente no paraba de felicitarme, pero no me lo acaba de creer. Ha sido increíble. 'Los 10.000 del Soplao' es una auténtica fiesta en Cantabria, a lo largo del fin de semana se celebran hasta nueve disciplinas deportivas diferentes con miles de participantes, y el 'Soplao- man', es el desafío total. Yo había ganado en la categoría combinada (marcha a pie y BTT) en 2012, pero no tiene nada que ver. Ha sido increíble», explicaba sin acabar de digerir la txapela.
Le acompañaron en el podio Rodrigo Pérez, de Santillana del Mar, y el ovetense José María García de las Heras. Otros dos locos, que como Argider, parecen estar hechos de otra pasta. El oñatiarra ve difícil superar la machada lograda en Cabezón de la Sal, pero tampoco le da muchas vueltas. Los próximos retos serán el Ironman de Gasteiz y el de Gandía, pero nadie le quitará ya lo vivido en la carrera de su vida.
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