martes, 26 de enero de 2016

José Urzelai.

Caseríos 'congelados' en un clic

El archivo municipal de Oñati aumenta sus fondos con la donación de la colección de fotografías de José Urzelai. Las imágenes tomadas por este oñatiarra son un testimonio de los caseríos de la villa, algunos desparecidos y otros reformados
ANABEL DOMINGUEZ - Martes, 26 de Enero de 2016 - Actualizado a las 10:19h

Foto del ya desaparecido caserío Goribar-Goiti, en el barrio de Goribar, tomada en 1990.
Foto del ya desaparecido caserío Goribar-Goiti, en el barrio de Goribar, tomada en 1990. (José Urzelai)

Arantzazu, Berezao, Goribar, Murgia, Garagaltza, Larraña, Garibai, Lezesarri, Santxolopetegi, Urrexola, Torreauzo, Zañartu, Araotz, Olabarrieta, Uribarri y Zubillaga. Los dieciséis barrios de Oñati regalan a la vista sensacionales estampas en pleno pulmón verde. Imágenes salpicadas de caseríos que han quedado congeladas en un clic gracias a la afición cultivada por José Urzelai. Hace ya unas décadas que este oñatiarra amante de la fotografía recorrió con su cámara a cuestas los parajes de su localidad natal, que ahora se conservan en las alrededor de 800 instantáneas que engordan los fondos del archivo municipal.
Con su particular mirada, Urzelai ha inmortalizado el universo del caserío. Viviendas que aún se mantienen en pie, otras que han sido objeto de grandes reformas o que han desaparecido fruto del desarrollo urbano. Lo cierto es que todas estas fotografías son un testimonio gráfico de este escaparate del mundo rural que, tras la donación de su autor, están al alcance de todos aquellos que visiten el archivo.
"Mi hermano, que era agustino (orden religiosa), estaba en América y cuando vino de allí trajo una cámara con la que empecé a sacar las primeras fotos y colocarlas en álbumes. Me gustaba y así empezó todo...", relata Urzelai, mientras en su rostro se dibuja una permanente sonrisa.
Este oñatiarra hizo de la fotografía su afición hace más de cuatro décadas. Sin fallar a la cita, cada domingo por la mañana, acompañado de su amigo Alfonso, se perdía por los barrios de Oñati para capturar sus paisajes y, en mayor medida, sus caseríos. "¡Qué a gusto andábamos!", rememora, sin obviar que ha pasado tiempo desde entonces. "Voy a cumplir 91 años el 5 de febrero; el día de Águeda", precisa.
Urzelai, que vivió de lleno la era analógica, aprendió por su cuenta las técnicas de esta disciplina. "No me enseñó nadie. Me gustaba sacar fotos y me lo pasaba bien", expone sonriente.
Digitalizadas En más de una ocasión, el Ayuntamiento ha echado mano de sus instantáneas de caseríos para ilustrar, por ejemplo, alguna publicación. "Nunca nos ha puesto ninguna pega. Siempre está dispuesto a ayudarnos. No obstante, el acuerdo que va a suscribir el Consistorio con José Urzelai formalizará el uso de estas imágenes muchas de ellas ya digitalizadas. Estarán accesibles en la zona de consulta y se podrán utilizar, abonando la correspondiente tasa, sin tener que pedirle permiso constantemente al autor", explica la responsable del archivo municipal, Izar Salaberri.
Urzelai tiene, además, minuciosamente documentadas cada una de las fotografías, para que los más curiosos puedan saber el año al que corresponden, el barrio y el nombre de cada uno de los caseríos. "Esta información es muy valiosa e importante, a su vez, desde un punto de vista etnográfico", considera Salaberri.
"Lo mío con la fotografía fue algo que fue surgiendo; sin ningún tipo de intención. Me enganchó", vuelve a remarcar Urzelai, al tiempo que se alegra de que su colección pueda "ser disfrutada por todos los que lo deseen". Tiene, asimismo, palabras de gratitud hacia su amigo Javier Arriaran, del que dice que le ha "ayudado mucho". No en vano, en estos años ha hecho de intermediario entre el Ayuntamiento y el propio Urzelai.
Este último nos abre las puertas de su casa en la que no solo podemos percatarnos de su gusto por la fotografía guarda todas sus imágenes en álbumes y cajas, sino también de lo que ha sido capaz de hacer con su ingenio y habilidosas manos.
José Urzelai, en el txoko donde guarda sus maquetas y cuadros de ermitas.
José Urzelai, en el txoko donde guarda sus maquetas y cuadros de ermitas. 
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En el local que acogió el emblemático bar Guria, Urzelai cuenta hoy en día con su particular museo del que cuelgan sus obras realizadas en madera. Todas ellas con Oñati como protagonista: cuadros de todas sus ermitas y maquetas de sus torres y el edificio consistorial. Una afición a la que dio rienda suelta cuando se jubiló y que no deja indiferente a nadie. Un artista, en definitiva.
La responsable del archivo municipal, Izar Salaberri.
La responsable del archivo municipal, Izar Salaberri. 
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(A.D.)

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